- Consejeras denuncian un atentado contra la transparencia; Marlon Ochoa insiste en que el sistema TREP “es ilegal” y acusa a sus colegas de preparar un fraude electoral
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
Una jornada decisiva para el proceso electoral hondureño terminó en caos este lunes, cuando militantes del partido Libertad y Refundación (Libre) impidieron que empresas interesadas en el sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) presentaran sus ofertas ante el Consejo Nacional Electoral (CNE).
La presidenta del CNE, Cossette López, confirmó que al cumplirse la hora límite para la recepción de propuestas, “la presencia de militantes del partido Libre impidió el ingreso de los oferentes”, obligando al organismo a publicar una enmienda en la plataforma de ONCAE para permitir la reapertura del proceso.
“Frente a este atentado contra la transparencia del proceso electoral, hemos actuado conforme a la ley. La silla vacía habla por sí sola: deja en evidencia quién está detrás de este hecho lamentable”, expresó López, en una clara referencia al consejero Marlon Ochoa, quien ha cuestionado abiertamente el modelo propuesto para el TREP.
Tensión entre consejeros y denuncias cruzadas
Según testigos, tres empresas llegaron al edificio del CNE a entregar sus ofertas, pero fueron bloqueadas por manifestantes que incluso lanzaron bolsas con agua a los documentos oficiales.
La consejera Ana Paola Hall, representante del Partido Liberal, confirmó la prórroga y calificó el incidente como una “causa de fuerza mayor”, pero advirtió que el intento de boicot viola los principios democráticos:
“No es aceptable que por la fuerza se impida un acto público que es parte del cronograma electoral. Ciudadanía y comunidad internacional deben estar alerta”, escribió Hall.
Horas antes, la presidenta Cossette López ya había alertado sobre un posible intento de sabotaje, al pedir a las fuerzas del orden que garantizaran el proceso. “No cederemos ante el caos y la intimidación”, advirtió.
Marlon Ochoa responde: “El TREP es ilegal”
En contraparte, el consejero Marlon Ochoa acusó a sus colegas de intentar imponer un sistema fraudulento, asegurando que el modelo TREP propuesto por López y Hall está diseñado para manipular resultados.
“Este mismo bipartidismo pretende imponer un TREP fraudulento. El pueblo no aceptará un fraude como el de 2023 y 2017”, advirtió en sus redes.
Según Ochoa, se le negó la posibilidad de introducir una enmienda aprobada por unanimidad para modificar el mecanismo de divulgación de resultados preliminares. Argumenta que el diseño actual permite que personas sin cargo formal en el CNE decidan si un acta se publica o no.
“El TREP tal como está concebido es ilegal. Trastocar los resultados preliminares equivale a suplantar la voluntad del pueblo”, afirmó.
La democracia en vilo
El episodio refleja la grave fractura interna del CNE a pocos meses de las elecciones generales programadas para el 30 de noviembre. Con el proceso técnico de transmisión de resultados bloqueado por disputas políticas, la credibilidad del árbitro electoral vuelve a estar en entredicho.
El conflicto no solo involucra diferencias técnicas o logísticas, sino una creciente guerra de narrativas donde cada bando se acusa mutuamente de planear un fraude.
La comunidad internacional, organizaciones de sociedad civil y ciudadanía estarán atentas en los próximos días a las decisiones que el CNE adopte para asegurar que, pese a la crisis interna, se garantice un proceso transparente, legal y pacífico.