El mundo del deporte y en específico la NFL recibió un golpe fuerte, al confirmarse la muerte de OJ Simpson a consecuencia del cáncer.
Mediante un breve texto en redes sociales, fue su familia quien comunicó la noticia que rápidamente generó tristeza en los seguidores.
«El 10 de abril, nuestro padre, Orenthal James Simpson, sucumbió a su batalla contra el cáncer», escribió la familia en X el jueves.
En ese sentido, el comunicado agrega que, en sus últimos minutos con vida, OJ Simpson estuvo rodeado de sus familiares.
“Estaba rodeado de sus hijos y nietos. Durante este tiempo de transición, su familia le pide que respete sus deseos de privacidad y gracia”, agrega el breve comunicado.
Simpson ganó fama, fortuna y adulación gracias al fútbol americano y al mundo del espectáculo, pero su legado cambió para siempre con el asesinato a cuchilladas de su ex mujer, Nicole Brown Simpson, y el amigo de ésta, Ronald Goldman, en junio de 1994 en Los Ángeles.
La cobertura televisiva en directo de su detención tras una famosa persecución a baja velocidad supuso la caída en desgracia del héroe deportivo.
Había parecido trascender las barreras raciales como “tailback” estrella de los Trojans de la poderosa Universidad del Sur de California de fútbol americano universitario a finales de los sesenta, como vendedor de anuncios de coches de alquiler recorriendo los aeropuertos a finales de los setenta y como marido de una reina de la escuela secundaria rubia y de ojos azules en los ochenta.
El público quedó hipnotizado por su “juicio del siglo » en directo por televisión. Su caso suscitó debates sobre raza, género, maltrato doméstico, justicia de famosos y mala conducta policial.