Juan Ramón Matta del Pozo, uno de los narcotraficantes más notorios de los años 80 en Honduras y América Latina, falleció este jueves a los 80s años mientras cumplía cadena perpetua en una prisión federal de Estados Unidos.
Durante 37 años permaneció recluido en un centro de máxima seguridad, donde su salud se deterioró con el tiempo.
Su abogado, Marlon Duarte, expresó su pesar por el fallecimiento y denunció que Matta del Pozo fue víctima de torturas durante su detención, presuntamente con el conocimiento de las autoridades estadounidenses.
Capturado en 1988, Matta del Pozo fue extraditado a Estados Unidos acusado de tráfico internacional de drogas.
Durante la década de 1980, Matta se consolidó como un enlace clave entre el Cartel de Medellín y organizaciones criminales mexicanas, estableciendo una red de narcotráfico que conectaba a productores sudamericanos con distribuidores en Norteamérica.
Su influencia y capacidad para mover cargamentos a gran escala lo convirtieron en una de las figuras más poderosas del crimen organizado latinoamericano.
En octubre de 2025, la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de California revocó una decisión previa que abría la posibilidad de liberación compasiva por razones humanitarias, cerrando así cualquier opción de que Matta recobrara la libertad.
El tribunal argumentó que no existía violación constitucional en negar reducción de pena a quienes fueron condenados antes de 1987, como es su caso.
Matta dejó tras de sí un legado marcado por el poder, la violencia y la controversia, convirtiéndose en un símbolo del impacto del narcotráfico en la región y en un personaje que seguirá presente en la memoria histórica del crimen organizado en América Latina.



 
                                    





