TEGUCIGALPA, HONDURAS.
En medio del Encuentro Nacional Empresarial (ENAE2025), el candidato presidencial del Partido Nacional, Nasry “Tito” Asfura, ofreció declaraciones que reafirman su distanciamiento del Partido Liberal, descartan una alianza política formal y marcan una estrategia centrada en el “trabajo silencioso”, aunque con mensajes cargados de ironía y superficialidad mediática.
“Soy real, soy de verdad, no soy de gritar, ni me pinto el pelo ni me pongo botox”, expresó Asfura ante la prensa, en lo que fue leído como una crítica implícita hacia otros aspirantes presidenciales, sin mencionar nombres, pero en un tono más populista que propositivo.
Aunque descartó alianzas preelectorales con el Partido Liberal —“cada quien tiene su ideología”—, dejó entrever que una vez en el poder estaría dispuesto a sumar voluntades “para sacar adelante el país”, una postura pragmática que contrasta con su firme negativa a unir fuerzas antes de los comicios.
“Las alianzas deben ser con los gremios, los ganaderos, la industria, micro y mediana empresa, sociedad civil e iglesias”, apuntó.
Cuando se le preguntó sobre su aparente silencio ante la crisis nacional, el candidato nacionalista respondió: “¿De qué sirve que les diga que son inoperantes, que no trabajan, que no hay medicinas, si la gente ya lo sabe y se los dice todos los días?”
Una respuesta que, lejos de profundizar en propuestas concretas, sugiere una postura evasiva y se escuda en el desgaste del actual gobierno sin aportar una narrativa clara de cambio o solución estructural.
Respecto a las sanciones impuestas por Estados Unidos a funcionarios centroamericanos vinculados a corrupción, Asfura se limitó a decir: “No la debo, no la temo, que se preocupen los que la deben”, una frase que, aunque tajante, deja sin respuesta su opinión sobre los vínculos entre corrupción política y la crisis institucional del país.
En su defensa de la bancada nacionalista —que fue clave para la aprobación del presupuesto electoral este martes en el Congreso—, el exalcalde de Tegucigalpa expresó que su partido “ni abre quórum con Libre ni se queda afuera”, tratando de justificar su posición intermedia en medio de fuertes críticas ciudadanas por una aparente “ambigüedad política” del Partido Nacional.
La presentación de Asfura en el foro empresarial, que debía enfocarse en planes de gobierno y estrategias económicas, estuvo marcada por frases simbólicas, lugares comunes y ataques velados a la imagen de otros candidatos, sin que se detallaran propuestas técnicas, políticas públicas o reformas concretas para atender los problemas estructurales del país: pobreza, desempleo, inseguridad, corrupción y migración.
Con un discurso centrado en su “autenticidad”, su negativa al maquillaje mediático y su llamado a “trabajar sin hablar tanto”, el presidenciable nacionalista optó por reforzar una imagen de hombre pragmático y sencillo.
Sin embargo, la ausencia de ideas claras y compromisos específicos le deja más preguntas que respuestas a una ciudadanía harta de discursos sin resultados.