- La Asociación de Pastores de Tegucigalpa y Comayagüela respalda la gran caminata de oración convocada por las iglesias para el 16 de agosto y desmiente vínculos partidarios: “Estamos por la paz y la justicia”.
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
En medio de la creciente tensión entre sectores religiosos y el partido de gobierno, el presidente de la Asociación de Pastores de Tegucigalpa y Comayagüela, Mario Banegas, salió al paso este lunes, para reafirmar el respaldo de su organización a la gran caminata nacional de oración por la paz, convocada por la Iglesia Católica y la Confraternidad Evangélica de Honduras (CEH) para el próximo 16 de agosto.
“La iglesia está más unida que nunca, los pastores estamos más unidos”, expresó Banegas, en respuesta a señalamientos que buscan vincular la movilización religiosa con agendas partidarias.
El líder evangélico fue directo al desmarcarse de figuras que, según él, sí tienen nexos con el partido oficialista Libertad y Refundación (LIBRE), como el pastor Carlos Rovelo, a quien acusó de mantener vínculos familiares y económicos con el gobierno: “Sus dos hijos trabajan en el gobierno y tienen una ONG sostenida por este gobierno”, denunció.
Banegas insistió en que la convocatoria del 16 de agosto no responde a intereses políticos, sino que busca levantar una voz colectiva por la democracia, la justicia y la paz: “Lo que queremos es que se respete la voluntad del pueblo el 30 de noviembre, que haya una verdadera democracia. El Consejo Nacional Electoral (CNE) tiene una gran responsabilidad y nosotros estamos en pie de lucha para garantizar que ese proceso sea limpio y transparente”.
En ese contexto, envió un mensaje claro a las autoridades: “Ningún partido político nos va a dividir”, y recordó que la mayoría de las iglesias han apostado por el diálogo y la tolerancia, incluso con sectores que no comparten sus posturas.
Las declaraciones surgen días después de que el comisionado presidencial Miguel Briceño solicitara retirar la personería jurídica a la CEH, lo que fue interpretado como una represalia por parte del oficialismo ante la creciente crítica de las iglesias.
“Tenemos que sabernos gobernar a nosotros mismos si queremos gobernar una nación”, respondió Banegas, apelando al respeto institucional y la libertad religiosa.
La jornada nacional de oración del 16 de agosto se perfila como un evento masivo y simbólico, que pone en evidencia la creciente participación de sectores religiosos en el debate público y electoral, y que abre un nuevo capítulo en la tensa relación entre el gobierno de LIBRE y las iglesias en Honduras.