TEGUCIGALPA, HONDURAS.
Una serie de deslizamientos de ladera han destruido total y parcialmente decenas de casas en la Colonia Guillén y sus alrededores, a causa de una falla geológica que se activó en las últimas semanas por las lluvias en el país.
En tal sentido, el geógrafo hondureño, Carlos Héctor Sabillón, señaló que no es recomendable invertir cantidades millonarias en ese sector noroeste de la ciudad para ser habitada nuevamente.
En primer lugar, cabe aclarar que en ese lugar no ha existido una activación de falla geológica, sino una saturación del suelo por agua en la falda del cerro El Picacho.
El especialista detalló que el lugar se estaría viendo afectado por un fenómeno conocido como “plano de falla” o inestabilidad de zona producto de algunos levantamientos de bloque por movimientos hace cientos de años.
La zona de contacto en la ruptura de la corteza terrestre habría quedado un área de inestabilidad como se observa en el trayecto hacia El Picacho, con rocas enormes mezcladas con tierra.
“En esa zona se ve mucho material arcilloso que cuando se está muy húmedo se desliza hacia abajo al estar puesto en una pendiente como es el caso de la Guillén y El Reparto”, señaló.
El experto dijo que las autoridades municipales y de gobierno han mostrado “indolencia” en los últimos proyectos desarrollado en la capital hondureña.
Las urbanizaciones, acotó, han sido escenario de ello como habría acontecido desde principio del siglo XX en El Bosque, Buenos Aires, El Reparto, Viera y demás zonas colindantes.
El geógrafo hondureño enfatizó que la falla geológica de Tegucigalpa no se ha activado desde hace varias décadas, puesto que no se registra ningún movimiento sísmico considerable, simplemente se han sentido los telúricos del Golfo de Fonseca y el Caribe.
La deforestación es una causal que tiene mucha incidencia en todo lo ocurrido, ya que la humedad penetrante ha vuelto inestable el territorio. Sumado a eso, indicó, la falda de El Picacho es muy inclinada y posee bastante material arcilloso.
“Lo ideal es no continuar permitiendo más urbanización en la zona como se hizo en el caso de El Berrinche. El Estado y la municipalidad deben declarar estos sectores como inhabitables”, recalcó.
Sabillón expuso que Tegucigalpa aún tiene zonas buenas para el establecimiento del sector vivienda, no obstante, es de tomar bastante en cuenta el factor topografía para evitar más hundimientos y deslizamientos.
El especialista no descarta que la inestabilidad del suelo se extienda a colonias vecinas de la Guillén donde los niveles de alerta deben permanecer pese al sacrificio al patrimonio de decenas de familias.
“Aquí no vale la pena invertir una millonada en construir un muro de contención, ya que saldría más barato invertir ese dinero en la reubicación de esta gente en otro lugar”, finalizó Sabillón, quien reiteró que la problemática continuará en la Guillén y zonas circunvecinas.