TEGUCIGALPA, HONDURAS.
El diputado y presidenciable Rasel Tomé, en una segunda misiva enviada a la presidenta Xiomara Castro, le consultó por qué se favorece a Rixi Moncada con recursos del Estado para que sea la candidata oficial del Partido Libertad y Refundación (Libre).
Tomé reflexionó y dijo que esta situación no sólo implica un desafío personal, sino que pone a prueba la integridad del Partido Libre y el legado que quiere dejar.
El político acentuó que el Partido Libre no se construyó sobre la base de “privilegios ni favoritismos”.
Reconoció que su decisión de competir con la candidatura presidencial frente a Rixi Moncada es una batalla muy parecida al cuento de “David contra Goliat”.
Al tiempo que imputó enfrenta una estructura estatal que parece haber olvidado su deber de imparcialidad.
Subrayó que el Partido Libre no se construyó sobre las bases de privilegio y favoritismo, sino que sobre el arduo trabajo y la dedicación de miles de hondureños en las calles y a través de una lucha permanente.
Aquí la carta integra:
Es la segunda ocasión en que me dirijo a usted por este mismo medio. Siempre con el mismo respeto que su cargo merece, aguardo que disfrute de un breve lapso de tiempo en leer y reflexionar en esta carta, además de la franqueza que la actualidad exige.
Desde que iniciamos el difícil camino de construir el Partido Libertad y Refundación, he trabajado arduamente junto a usted y otros compañeros para levantar un proyecto político que represente los sueños y aspiraciones de nuestro pueblo. Nos enfrentamos a adversidades y superamos barreras en busca de una auténtica refundación para Honduras.
Hoy, sin embargo, me veo en la obligación de expresar mi profunda inquietud ante lo que percibo como un uso indebido de las instituciones del Estado para favorecer la precandidatura a la Presidencia de República de la actual ministra de Defensa, Rixi Moncada.
No es un secreto que mi decisión de postularme implica enfrentar una estructura estatal que, en lugar de mantenerse neutral, parece inclinarse hacia un favoritismo que amenaza con socavar los principios democráticos que tanto hemos defendido. Esta situación no solo supone un desafío personal, sino que también pone a prueba la integridad de nuestro Partido Libertad y Refundación, así como el legado que deseamos dejar para las generaciones futuras.
Este acto no solo obstaculiza la integridad de nuestro proceso interno, sino también obstaculiza los principios democráticos que hemos prometido salvaguardar.
Sé que mi decisión de competir por la candidatura presidencial es una batalla lo más parecido a David contra Goliat. Sé que enfrento a toda una estructura estatal que parece haber olvidado su deber de imparcialidad.
Pero permítame recordarle que el Partido Libre no se construyó sobre la base de privilegios ni favoritismos, sino sobre el arduo trabajo y la dedicación de miles de hondureños que en las calles y mediante una lucha permanente nos galvanizamos y que hoy forman parte de la militancia del partido, anhelando un cambio real.
A mis compañeros y compañeras de la militancia del Partido Libertad y Refundación, quiero enviar un mensaje claro y contundente: nuestra dignidad no está en venta.
Ningún político, por poderoso que sea, puede ponerle precio a nuestros principios. La esencia de nuestro Partido Libre radica en nuestra unidad, en mantenernos firme ante las adversidades y en no permitir que intereses individuales comprometan nuestro ideario, ni la dignidad de las bases del partido y de la ciudadanía hondureña.
Nuestro partido fue concebido con el propósito de combatir específicamente los tipos de favoritismos y prácticas que han causado un gran perjuicio a nuestra nación. No debemos de permitir, que se cumpla aquellos que un día mencionó Nietzsche: «El que lucha con monstruos debe tener cuidado para no resultar él un monstruo.» Y aún más preciso, si miras fijamente a un abismo, el abismo también mira dentro de ti.
En torno a esto, no podemos permitir que lo que combatimos afuera, se reproduzca dentro de nuestra propia casa.
Así pues, la verdadera fuerza de nuestro partido Libertad y Refundación recae en cada uno de ustedes, militantes, dirigentes, la base. En ese compromiso inquebrantable con la refundación, una refundación que comienza por reconstruir nuestros propios ideales.
Hemos llegado hasta aquí en tanto que creemos en un sueño compartido, un sueño que no debe ser comprometido por intereses individuales o presiones externas.
No podemos olvidar nunca el camino que hemos recorrido. Desde las primeras reuniones en las que éramos unos pocos, pero decididos, hasta las grandes movilizaciones que han sacudido la conciencia del país. Cada paso ha sido una muestra de nuestra determinación de construir una Refundación para Honduras. Este no es el momento de retroceder, sino de avanzar con mayor perseverancia y convicción.
Presidenta Castro, su liderazgo ha sido fundamental en este proceso. Usted ha sido una voz de esperanza para miles de hondureños que han clamado por un cambio real. Por esta razón, le demando, le solicito, que tenga en cuenta que el liderazgo también requiere tomar decisiones difíciles y defender la integridad de nuestros valores,
principios e ideales. Le insto a que reflexione sobre las acciones que están tomando las instituciones bajo su administración. El futuro de nuestro partido y, más importante aún, el futuro de nuestro país depende de decisiones que reflejen nuestro compromiso con la transparencia y la equidad.
Sé que juntos podemos superar este desafío. La historia está llena de ejemplos de movimientos que, enfrentando adversidades internas y externas, han sabido encontrar el camino hacia la victoria mediante la unidad y la firmeza de sus convicciones. Este es un llamado a la reflexión, pero también a la acción. No podemos permitir que el esfuerzo de tantos años y el sacrificio de tantos compañeros se vea interrumpido por prácticas que no representan el verdadero espíritu del Partido Libre.
Nuevamente, a la militancia, de mi amado partido, les digo: mantengamos la fe y la confianza en Dios y en nuestros principios, así como David cuando se enfrentó a Goliat.
Sigamos luchando por la Honduras que sonaron nuestros próceres y nuestros mártires.
Tengo la plena certeza que el país le pertenece al pueblo. ¡Con el pueblo todo, sin el pueblo nada!