TEGUCIGALPA, HONDURAS.
En un mensaje dirigido al pueblo de Dios, la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH), a través de sus obispos exhortaron al pueblo cristiano a orar, y a su vez instaron a los candidatos políticos a priorizar el bien común en el marco del próximo proceso electoral.
«La amistad social y el amor político son posibles cuando las personas que buscan un cargo de elección popular tienen buena voluntad y encaran con seriedad los principios sociales de dignidad y solidaridad», expresaron los religiosos.
“La cultura del respeto y la reciprocidad son características de la madurez política y deben brillar en estas próximas elecciones, para asegurar al país mejores tiempos” citó la Conferencia Episcopal de Honduras en su mensaje titulado: “No nos olvidemos de los pobres”
Asimismo, hicieron un llamado a evitar la retórica divisoria, el discurso de odio y la polarización, ya que estos factores generan confrontación y afectan el bien público y la paz.
Los obispos acentuaron que la cultura del respeto y la reciprocidad son signos de madurez política, elementos fundamentales para que el país transite hacia mejores tiempos.
Aludiendo la encíclica Fratelli Tutti, recordaron que la comunicación es clave para superar conflictos y fomentar la fraternidad y unidad. Enfatizaron también que la «mejor política» es aquella ejercida por líderes virtuosos y dignos, capaces de romper el ciclo de crisis y desigualdad que aqueja a Honduras.
En su mensaje pastoral, los obispos llamaron a la participación cívica, instando a los ciudadanos a ejercer su derecho al voto de manera responsable y buscando el mayor bien posible para toda la sociedad, en especial para los sectores más vulnerables. «Nuestra mayor preocupación no radica en quién gane o pierda las elecciones, sino en el rumbo socio-político que se le dará al país», señalaron.
De igual forma, los prelados expresaron su especial interés por la situación de los pobres, especialmente en el contexto de la inestabilidad económica actual y la pobreza estructural persistente. Recordaron que la Iglesia tiene una dimensión social ineludible en el anuncio del Evangelio, y que los cristianos están llamados a manifestarla en sus palabras, actitudes y acciones.
Citando la exhortación apostólica Evangelii Gaudium del Papa Francisco, los obispos recordaron que la relación entre la fe cristiana y los pobres es indisoluble. «Para la Iglesia, la opción por los pobres es una categoría teológica antes que cultural, sociológica o política», mencionaron, haciendo eco del llamado del Pontífice a una preocupación real y prioritaria por los más necesitados.
En lo concerniente al ámbito económico, los obispos subrayaron la necesidad de resolver los problemas estructurales mediante la solidaridad, recordando que la vocación del empresario y del político debe estar orientada al bien común de todos los ciudadanos.
Para finalizar, elevaron sus oraciones por Honduras, invocando la protección materna de Nuestra Señora de Suyapa, «Madre y Reina de nuestra nación», y manifestaron su esperanza en un futuro mejor para el país.