- César Padilla admite altercado en estado de ebriedad, pero niega categóricamente acusaciones de agresión sexual
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
El exconsejero de asuntos económicos y comerciales de la embajada de Honduras en Corea del Sur, César Padilla, rompió el silencio la noche de ayer miércoles, para desmentir públicamente las versiones que lo vinculan con un caso de supuesta agresión sexual durante su misión diplomática.
Aunque reconoció haber protagonizado un altercado físico con un ciudadano surcoreano mientras se encontraba en estado de ebriedad, rechazó de forma tajante haber cometido algún tipo de abuso.
En entrevista, Padilla ofreció detalles sobre el incidente ocurrido el pasado 19 de junio en la ciudad de Busan, cuya cobertura por medios internacionales habría generado, según él, “confusión por malas traducciones”.
Negó estar huyendo de la justicia y aseguró que su salida del país asiático, el 17 de julio, se dio tras presentar su renuncia voluntaria un mes antes de que el hecho saliera a la luz.
“Ningún medio coreano ha mencionado mi nombre. Existe un problema en entender cómo funciona la inmunidad diplomática. No estoy prófugo”, afirmó, en un intento por desmarcarse de los señalamientos que lo acusan de haber evadido un proceso judicial.
Reconoce conducta indebida, pero niega abuso
Padilla admitió haber bebido alcohol esa noche y relató que, mientras viajaba en un tren, se acercó demasiado a un ciudadano surcoreano en un intento por conversar, lo que generó incomodidad.
Según su versión, el forcejeo se dio al bajarse del tren, cuando el hombre lo sujetó tras haber alertado a un guardia de seguridad.
“Admito que mi reacción no fue la mejor y lo empujé. Reconozco que mi comportamiento no fue correcto ni adecuado para alguien en mi cargo”, sostuvo.
Afirmó que se presentó voluntariamente ante detectives surcoreanos para cooperar con la investigación y que, tras revisar las grabaciones de seguridad, no se le imputaron cargos formales.
“Asumí la responsabilidad de manera inmediata, pero niego totalmente cualquier tipo de abuso sexual”, remarcó.
La controversia alrededor del caso generó presión mediática y política en Honduras, donde la falta de información oficial provocó especulaciones sobre un supuesto uso de la inmunidad diplomática para encubrir delitos.
Padilla, que asegura haber salido del país asiático por voluntad propia y sin restricciones legales, ahora busca limpiar su nombre diferenciando su conducta indebida de lo que considera “acusaciones falsas” que dañan su integridad y trayectoria.