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jueves, agosto 21, 2025
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¿Obediencia ciega o legalidad? FFAA bajo escrutinio tras polémicas declaraciones de su jefe

Edmundo Orellana advierte sobre los peligros de justificar cualquier orden del poder político, recordando el oscuro precedente del golpe de Estado de 2009.

TEGUCIGALPA, HONDURAS.

Las recientes declaraciones del jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, general Roosevelt Hernández, han encendido las alarmas entre sectores defensores de la democracia y el estado de derecho. 

En una afirmación que ha sido duramente criticada, Hernández aseguró que las Fuerzas Armadas son “un instrumento del poder político” y que están para ejecutar las políticas públicas del gobierno en turno.

Ante esta postura, el ex fiscal general de la República y exministro de Transparencia, Edmundo Orellana, respondió con un mensaje contundente en su cuenta de X (antes Twitter): “La afirmación del Jefe del Estado Mayor de que cumplen órdenes, sea que favorezcan o no al pueblo, da la impresión de que justifica todo, incluso las acciones de Romeo Vásquez en el 2009”, en referencia al golpe de Estado que marcó una herida profunda en la historia reciente del país.

Orellana, reconocido jurista y defensor del orden constitucional, subrayó que las Fuerzas Armadas deben seguir las políticas del Gobierno, sí, pero dentro del marco legal. De lo contrario, se corre el riesgo de repetir capítulos autoritarios disfrazados de institucionalidad.

Un llamado a la memoria y a la vigilancia ciudadana

Las palabras del general Hernández han sido interpretadas por analistas como una peligrosa señal de subordinación total al poder político, sin filtros legales ni ética institucional. 

Esta visión contradice el principio republicano de que las fuerzas militares están al servicio de la Constitución, no de intereses circunstanciales.

Activistas democráticos y organizaciones de la sociedad civil han comenzado a alzar la voz ante lo que consideran una amenaza latente a la institucionalidad. 

No es menor el hecho de que la historia hondureña esté marcada por intervenciones militares que han interrumpido el orden democrático, siendo el golpe de Estado de 2009 el más reciente y traumático recordatorio.

¿Militares al servicio del pueblo o del poder?

El peligro no está solo en lo que se dice, sino en lo que se legitima al decirlo. 

Si las Fuerzas Armadas asumen como dogma la obediencia ciega al poder político, se vacía de contenido el mandato constitucional que les exige actuar con apego a la ley, al respeto de los derechos humanos y a la defensa de la soberanía nacional, no de intereses partidarios.

La declaración de Hernández no puede pasar desapercibida. En una democracia frágil como la hondureña, las señales importan. Hoy más que nunca, urge recordar que ningún uniforme debe estar por encima de la ley.

El papel de las FFAA en Honduras desde 2009

28 de junio de 2009 – Golpe de Estado

Las Fuerzas Armadas, encabezadas por el general Romeo Vásquez Velásquez, capturan y expatriaban al presidente Manuel Zelaya. El hecho es considerado un golpe de Estado y genera una crisis institucional sin precedentes en la era democrática hondureña.

2010–2012 – Retorno institucional con sombra militar

Durante la presidencia de Porfirio Lobo, se empieza a normalizar el papel de las FFAA en la vida civil. Se amplía su presencia en tareas de seguridad, debilitando el control civil sobre los militares.

2014 – Policía Militar del Orden Público

El expresidente Juan Orlando Hernández crea la PMOP, consolidando una militarización del aparato de seguridad. Las FFAA aumentan su poder e influencia, incluso en decisiones de orden político.

2017 – Represión poselectoral

Durante las protestas tras las elecciones cuestionadas de noviembre, las FFAA actúan con violencia contra manifestantes. Organismos internacionales denuncian más de 30 muertes por represión estatal.

2019 – Advertencias sobre militarización

Organizaciones internacionales emiten alertas por el uso creciente de militares en funciones civiles. Se denuncia la pérdida de la autonomía institucional y el debilitamiento del Estado de derecho.

2022 – Cambio de gobierno, misma estructura

La presidenta Xiomara Castro asume el poder con promesas de desmilitarización, pero las FFAA continúan ejerciendo roles clave en seguridad, control fronterizo y operaciones de emergencia.

9 de marzo de 2025 – FFAA bajo la lupa en elecciones internas

Durante las elecciones internas de los partidos políticos, las FFAA fueron responsables de custodiar el material electoral. 

Sin embargo, múltiples denuncias surgieron por su participación irregular: retrasos en la entrega de urnas, falta de transparencia en los traslados y acusaciones de “falta de neutralidad” en zonas rurales. 

Diversas organizaciones denunciaron que el rol de los militares no fue meramente logístico, sino que tuvo tintes políticos, lo que generó preocupaciones sobre su imparcialidad y subordinación al poder civil.

19 de junio de 2025 – “Somos un instrumento del poder político”

El general Roosevelt Hernández declara que las FFAA “ejecutan las políticas del gobierno en turno”, sin aclarar si ese cumplimiento se da con base en la legalidad o en obediencia ciega. 

La frase genera controversia, siendo interpretada por críticos como una justificación peligrosa que podría repetir patrones del 2009.

En Conclusión

Desde 2009, las Fuerzas Armadas de Honduras han mantenido un protagonismo político que ha desbordado su papel constitucional. 

Las elecciones internas de marzo de 2025 y las declaraciones recientes refuerzan las sospechas sobre una institución que aún no ha definido claramente su compromiso con la democracia, más allá de los gobiernos de turno.

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