La Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió hoy a la comunidad internacional 1.500 millones de dólares para financiar sus operaciones humanitarias de emergencia en 2024, con las que espera atender a unos 87 millones de personas en crisis como las de Ucrania, Gaza, Sudán o Siria.
La cifra, presentada en una conferencia por el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, es sensiblemente menor que los 2.540 millones de dólares reclamados hace un año para las necesidades humanitarias de 2023.
«Con la ayuda de los donantes salvaremos vidas, atenderemos las necesidades de los más vulnerables y ayudaremos a las comunidades a salir de sus crisis con habilidades para responder mejor a futuras amenazas sanitarias», destacó el máximo responsable de la OMS.
Según la organización con sede en Ginebra, el llamamiento se produce en un contexto de complejas emergencias en todo el planeta, donde se entrelazan problemas como los conflictos, el cambio climático o la inestabilidad económica, que unidos causan desplazamiento forzado, hambre y desigualdad.
«Nuevas emergencias surgen tras un 2023 de inmenso y evitable sufrimiento, en el que nos ha horrorizado el impacto de conflictos como los de Sudán, Ucrania, Etiopía, Haití, Birmania (Myanmar) y, por supuesto, Gaza», recordó Tedros.
«Es impactante saber que uno de cada cinco niños en el mundo ha vivido en una zona de conflicto o ha tenido que huir de ella», señaló el experto etíope, quien también recordó el impacto del calentamiento global en la salud, por sus efectos en sequías, inundaciones y otros desastres naturales, después de que 2023 fuera el año más cálido del que se tiene registro.
El cambio climático, insistió, está cambiando los patrones epidémicos, como prueba el hecho de que el pasado año se produjera un número récord de brotes de cólera en el mundo, más de 40.
De los 1.500 millones de dólares solicitados, 334 millones se dirigirían a programas de la OMS en África, 705 millones a Oriente Medio, 183 millones a Europa, 131 millones a América, 49 millones al sur y sureste de Asia, y 15,2 millones de dólares al este asiático y el Pacífico.
Tedros alertó de que el pasado año este tipo de programas solo pudieron financiarse como promedio con un 12 % de los fondos solicitados, un dato «muy doloroso y ante el que en 2024 el mundo debe dar un paso adelante».
«El mundo no puede permitirse permanecer pasivo, porque cuando los actores humanitarios no pueden responder se ponen muchas vidas en peligro y aumentan las emergencias en muchas comunidades», concluyó.
Con información de EFE