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jueves, diciembre 4, 2025
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Once cadáveres ingresan a la morgue capitalina en una noche marcada por violencia e incertidumbre electoral

  • Medicina Forense confirma el resurgimiento de la modalidad de “cuerpos encostalados” mientras aumenta la tensión en el país por la indefinición de resultados electorales.

TEGUCIGALPA, HONDURAS.

La noche del miércoles ingresaron 11 cadáveres a la morgue de Medicina Forense en Tegucigalpa, según informó este jueves Isa Alvarado, portavoz de la Dirección de Medicina Forense del Ministerio Público.

El alarmante número vuelve a encender las alertas sobre el repunte de la violencia en el país, justo en medio de un ambiente de incertidumbre electoral que mantiene a Honduras sin una claridad sobre quién será el próximo presidente.

Alvarado detalló que los levantamientos cadavéricos realizados en las últimas horas incluyen 10 hombres y una mujer, confirmando además que “resurge la modalidad de los cuerpos encostalados”, una práctica ligada al crimen organizado y a patrones de violencia extrema.

La mayoría de los casos se registraron en Francisco Morazán

De los once levantamientos realizados, 10 pertenecen al departamento de Francisco Morazán, uno al departamento de Valle y otro a Choluteca, de acuerdo con la portavoz del Ministerio Público.

La funcionaria recordó que todos los cuerpos que llegan a Medicina Forense lo hacen porque presentan indicios de muerte violenta.

“En las últimas horas Medicina Forense ha realizado 11 levantamientos cadavéricos, de los cuales 10 corresponden a hombres y una mujer”, reiteró Alvarado, subrayando la gravedad del incremento.

Tres cuerpos permanecen como desconocidos

Del grupo de once cadáveres, tres continúan en calidad de desconocidos, pese a que ya se les practicó la autopsia correspondiente. Las autoridades esperan que familiares puedan identificarlos en las próximas horas.

Los otros ocho cuerpos ya fueron autopsiados y entregados a sus familias, informó Alvarado.

Fosas comunes ante el abandono

La portavoz también advirtió que, si los cuerpos no son reclamados por familiares directos, estos serán enterrados en fosas comunes, un procedimiento habitual en casos donde no se logra establecer identidad o cuando nadie acude por los restos.

La ola de violencia reportada coincide con un país sumido en un clima tenso por el estrecho margen en el conteo electoral y la ausencia de resultados definitivos, lo que para analistas y organismos de seguridad puede generar condiciones que facilitan la actividad de grupos criminales.

Las autoridades continúan las investigaciones para determinar los móviles y responsables de estos hechos violentos.

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