Las órdenes de evacuación israelíes continúan en Rafah, la localidad del extremo sur de la franja de Gaza donde se han concentrado en medio año muchos desplazados por la ofensiva de Israel contra Hamás, y ya han dejado esa ciudad unas 600.000 personas, indicó este viernes Naciones Unidas.
“En general se han desplazado al norte y noroeste, hacia la costa, donde les han ordenado que vayan. Su viaje es complicado porque no hay rutas seguras y ciertamente no hay ningún destino libre de peligro en Gaza”, indicó en rueda de prensa el portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, Jens Laerke.
Laerke aclaró que estas cifras habían sido facilitadas esta semana por la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), principal actor humanitario aún presente en la franja.
Antes de los ataques del 7 de octubre de 2023 Rafah era una pequeña ciudad de alrededor de 275.000 habitantes, una cifra que se ha disparado hasta alcanzar los 1,4 millones por el progresivo desplazamiento de norte a sur que ha supuesto la intervención militar israelí.
La operación en Gaza, un territorio de aproximadamente 2,2 millones de habitantes, se concentró en los primeros meses en la mitad norte de la franja, para proseguir más tarde en zonas al sur como Jan Yunis, quedando Rafah como último refugio de muchos palestinos y lugar clave para la entrada de ayuda humanitaria, a través del paso fronterizo con Egipto que se encuentra en la zona.
Las órdenes de evacuación y los desplazamientos en Rafah han venido acompañados de un bloqueo de esa ayuda humanitaria, y a este respecto el portavoz de la Organización Mundial de la Salud Tarik Jasarevic subrayó en la misma rueda de prensa que no han podido entrar suministros sanitarios en Gaza desde el 6 de mayo.
“El mayor problema ahora es el combustible, que alimenta las instalaciones donde trabaja la OMS. Se necesitan entre 1,4 y 1,8 millones de litros al mes para que los hospitales de Gaza sigan funcionando, pero actualmente entran por Rafah sólo unos 159.000″, indicó Jasarevic.
El portavoz recordó que sólo 13 de los 36 hospitales de Gaza siguen funcionando.
“Sin combustible los generadores no pueden producir electricidad, y ello pone en riesgo a las personas atendidas en unidades de cuidados intensivos. No se pueden practicar cesáreas a mujeres embarazadas, realizar operaciones, o mantener con vida a algunos recién nacidos”, aseguró.
Según los datos de la OMS, en las zonas de Rafah que ha ordenado evacuar Israel operan dos hospitales y cuatro centros de atención primaria.
En la misma rueda de prensa Naciones Unidas volvió a ser cuestionada por los recientes cambios en las estadísticas en torno a las víctimas del conflicto en Gaza, después de que los informes que elabora la oficina de coordinación hayan reducido las cifras de mujeres y niños fallecidos.
Al parecer, ello se debe a cambios en los cálculos que realiza el Ministerio de Salud de Gaza, la fuente original de estos datos: de los más de 35.000 fallecidos en el conflicto (un número total que no ha variado) ahora afirma tener la identidad completa de unos 25.000, y de éstos es donde ahora separa en clasificaciones por edad y sexo.
“Utilizamos el Ministerio de Salud al ser la mejor fuente posible para estos datos”, aseguró el portavoz Laerke, insistiendo en que las cifras generales sobre el coste humano del conflicto se mantienen sin cambios.
Los desplazamientos han venido acompañados de bloqueos de ayuda humanitaria, no han podido entrar suministros sanitarios en Gaza desde el 6 de mayo.
Con información de EFE