Los esposos y copresidentes de Nicaragua, Daniel Ortega y Rosario Murillo, lamentaron este lunes la muerte del papa Francisco, con quien, reconocieron, tuvieron unas relaciones «difíciles» y «accidentadas» que llevó a Managua a suspender oficialmente sus lazos diplomáticos con el Vaticano.
«Nuestras relaciones, como nicaragüenses creyentes, devotos y fieles a la doctrina de Cristo Jesús, fueron difíciles, accidentadas, desgraciadamente influidas por circunstancias adversas y dolorosas que no siempre se entendieron», escribieron Ortega y Murillo en un mensaje de condolencias.
«A pesar de lo complejo y duro, a pesar de las manipulaciones que todos conocemos, a pesar de los pesares, mantuvimos nuestra esperanza en alto desde la fe cristiana, y supimos entender la distancia y, sobre todo, la complicada y alterada comunicación que no nos permitió las mejores relaciones, aunque también supimos comprender la confusión generada por voces altisonantes que entorpecieron todo intento de verdadera interacción», indicaron.
Papa comparó al régimen de Ortega con dictadura comunista y con Hitler
En marzo de 2023, el papa Francisco calificó como una «dictadura grosera» el régimen de Ortega en Nicaragua, un mes después de la condena por «traición a la patria» del obispo nicaragüense Rolando Álvarez a 26 años y 4 meses de prisión, ahora exiliado y desnacionalizado.
«Con mucho respeto, no me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige (Ortega). Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio», aseveró Francisco al portal argentino Infobae desde su residencia de Santa Marta, en la Ciudad del Vaticano, con motivo del décimo aniversario de su papado.
«Es una cosa que está fuera de lo que estamos viviendo, es como si fuera traer la dictadura comunista de 1917 o la hitleriana del 35, traer aquí las mismas… Son un tipo de dictaduras groseras. O, para usar una distinción linda de Argentina, guarangas», afirmó la máxima autoridad de la Iglesia católica.
Ortega, a su vez, acusó al Vaticano de formar parte del «conglomerado del fascismo» y disolvió y expropió a la Compañía de Jesús – conocidos como los jesuitas-, orden a la que pertenecía el sumo pontífice, y ha expulsado de Nicaragua a 46 sacerdotes y obispos desde 2018, y les ha prohibido el ingreso al país a otras decenas de curas.
También ha calificado de «mafia» a la Iglesia y la ha acusado de ser antidemocrática por no permitir que los católicos elijan por voto directo al papa, a los cardenales, a los obispos y a los sacerdotes.
Piden que la Iglesia haga un llamado a la paz
En su mensaje de condolencias, Ortega y Murillo destacaron que el argentino Jorge Mario Bergoglio fue el primer papa latinoamericano y caribeño del continente americano y comprometido «con las profundas enseñanzas de San Francisco de Asís».
«Admiramos sus recorridos por el mundo promoviendo paz, e intentando generar una Iglesia comprometida con el deber y la responsabilidad de crear concordia, desde la indispensable solidaridad y hermandad cristianas», resaltaron.
Asimismo, la pareja presidencial nicaragüense envió sus oraciones «por el eterno descanso del papa Francisco, confiando en que Dios permitirá que la Iglesia católica llame a la verdadera paz, a la comprensión, a la armonía, al respeto, y a la cooperación solidaria y complementaria, para contribuir a trascender los dolorosos conflictos que vivimos, y promover y practicar las enseñanzas del Rey de Reyes, de Cristo Jesús».
Al cardenal nicaragüense, Leopoldo Brenes, y a la Iglesia católica en Nicaragua, Ortega y Murillo enviaron sus «consideraciones en estos momentos de tránsito a lo que todos queremos y necesitamos: El mundo mejor que debemos construir, y la verdadera fraternidad, como predica el Evangelio con la fuerza del Gran Maestro, Jesucristo, Nuestro Señor».
Las relaciones del Gobierno de Ortega y Murillo, y la Iglesia católica viven momentos de gran tensión, caracterizadas por la expulsión, encarcelamiento y desnacionalizados de obispos y de sacerdotes, la prohibición de actividades religiosas y procesiones, y la suspensión de sus relaciones diplomáticas.
Con información de EFE