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martes, julio 1, 2025
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Óscar Andrés Rodríguez: Recordar las heridas del pasado sólo revive los malos sentimientos como el odio y la envidia  

FRANCISCO MORAZÁN, HONDURAS.

Este domingo, durante la homilía, el cardenal Óscar Andrés Rodríguez, expresó que, recordar es de humanos, pero revivir las heridas es resentirlo porque nuevamente revive el dolor.

Lo expresado por el religioso, es en relación con la conmemoración del decimosexto aniversario del Golpe de Estado del 2009, que realizó el partido Libertad y Refundación (Libre), ante la destitución del expresidente Manuel “Mel” Zelaya.

Por lo cual, Rodríguez recapacitó que, recordar el pasado es para sacar lecciones para el presente y que esos errores no se vuelvan a cometer.

Sin embargo, indicó que, si las personas quedan viviendo en el pasado es negarse a sí mismos.

Destacó que, las personas que siguen reviviendo una herida es un individuo que ha perdido la razón.

Insistió que, “recordar es de humanos, resentir es de tontos porque es echarle sal a una herida para que vuelva a doler”

Subrayó que, las heridas no sanadas causan un daño espantoso y no deja que la persona sea feliz.

Exhortó a las personas que no sigan reviviendo las heridas señalando que sólo revive más el dolor y los malos sentimientos como el odio y la envidia.

Por otro lado, mandó un mensaje a las personas que aspiran a un cargo de elección popular en el proceso electoral general para que sean tocados por el evangelio y traten vivir los valores de Jesús.

“El mensaje de hoy es todo aquel que aspira al poder, lo digo con afecto a todos los candidatos que van a correr en esta próxima etapa electoral, que sea para servir al pueblo, bien común y no para buscar intereses personales”, dijo.

Señaló que, los políticos que se convierten en dictadores son personas que se vuelven ciegas, piensa que es Dios y que sus caprichos deben ser leyes.

Puntualizó que, “esta es una lección que no la han aprendido los dictadores de este mundo, empezando por los grandes sátrapas de la antigua Asia, los perseguidores de la iglesia como los emperadores romanos, los dictadores del siglo XX”.

Concluyó que, el poder es la tentación más grande del ser humano que desea perpetrarse en el poder para enriquecerse ilícitamente. 

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