- El sacerdote franciscano, tras caminar 10 días desde Copán, pidió reconciliación, diálogo y unidad de cara a las elecciones del 30 de noviembre
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
El sacerdote franciscano Leopoldo Serrano continuó su maratónica agenda en la capital hondureña, donde sostuvo un encuentro con el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Roosevelt Hernández, y posteriormente compareció ante el pleno de diputados del Congreso Nacional.
En ambos escenarios, el religioso mantuvo un mensaje claro y coherente: la necesidad de diálogo, reconciliación y unidad nacional, instando a los actores políticos y sociales a poner los intereses de Honduras por encima de cualquier otra consideración en el marco del proceso electoral.
Una caminata por la paz y la democracia
El padre Serrano llegó a Tegucigalpa tras caminar durante 10 días desde el departamento de Copán, en lo que constituye su segunda y más extensa caminata por la paz.
Esta misión ya lo llevó a reunirse con los consejeros del Consejo Nacional Electoral (CNE) y con algunos candidatos presidenciales, aunque su agenda continúa con encuentros pendientes con otros aspirantes.
“No todos los objetivos se han cumplido, pero se han logrado cosas”, expresó el sacerdote, quien subrayó que su sacrificio no busca protagonismo personal, sino sembrar un espíritu de entendimiento que permita al país transitar hacia las elecciones del 30 de noviembre en paz y con respeto democrático.
Encuentro con las Fuerzas Armadas
En su visita al Estado Mayor Conjunto, Serrano sostuvo un diálogo respetuoso con el general Roosevelt Hernández, con quien intercambió reflexiones sobre el papel de las Fuerzas Armadas en la construcción de una sociedad más justa, democrática y en armonía.
Posteriormente, dirigió un mensaje a los soldados presentes, exhortándolos a fortalecer una democracia limpia, vivir en paz y promover la concordia como pilares del desarrollo nacional.
Llamado solemne en el Congreso Nacional
Más tarde, el sacerdote compareció ante el pleno del Congreso, donde citó las palabras de San Francisco de Asís como un recordatorio de la misión que deben asumir los líderes políticos:
“Señor, hazme un instrumento de tu paz; donde haya odio, que lleve yo el amor; donde haya injuria, el perdón; donde haya duda, la fe; donde haya desesperanza, la esperanza; donde haya oscuridad, tu luz; donde haya tristeza, la alegría… Porque es dando como recibimos, es perdonando como somos perdonados; y es muriendo como nacemos a la vida eterna.”
En este momento solemne, Serrano instó a los diputados a servir con espíritu de unidad, reconciliación y compromiso hacia el pueblo hondureño.
Una misión aún en marcha
Aunque satisfecho por el impacto de su caminata, el sacerdote reconoció que su meta más ambiciosa, concretar una mesa de diálogo entre todos los candidatos presidenciales, todavía no se ha cumplido.
Su presencia en los más altos círculos de poder refleja, sin embargo, un paso firme en su propósito de clamar por la paz y la democracia en Honduras, en un momento en que la ciudadanía demanda señales de madurez política y compromiso con el futuro del país.