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martes, julio 1, 2025
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¡Para calmar las aguas! Congreso Nacional paralizado: sin sesiones ni diputados, pero sí asueto para el personal

  • Mientras el país exige respuestas a múltiples crisis, el Poder Legislativo entra en descanso del 2 al 4 de julio, sin agenda legislativa y sin convocatoria oficial.

TEGUCIGALPA, HONDURAS.

En medio de la inactividad legislativa que se arrastra desde hace semanas, el Congreso Nacional de Honduras oficializó un nuevo asueto a cuenta de vacaciones o tiempo compensatorio para todo su personal, comprendido del miércoles 2 al viernes 4 de julio de 2025.

La medida fue comunicada a través de una circular firmada por el Gerente de Recursos Humanos, Nery Oswaldo Galo, en la que se detalla que los empleados deberán reincorporarse a sus labores el lunes 7 de julio.

Aunque se especifica que el asueto será “para quienes aplique”, la decisión refuerza el clima de parálisis institucional que domina el Poder Legislativo.

“Se comunica a todo el personal […] que se otorgará asueto a cuenta de vacaciones o tiempo compensatorio”, dice el documento oficial.

Congreso sin sesiones ni rumbo

A pesar de los múltiples temas urgentes que exigen atención legislativa —como la fiscalización de fondos públicos, reformas electorales y nombramientos pendientes— el Congreso no ha sido convocado a sesiones en los últimos días, y no existe una agenda pública que justifique el nuevo período de inactividad.

El presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo, no ha emitido ninguna comunicación sobre una eventual convocatoria, mientras que diversos diputados han señalado que las instalaciones aún presentan daños por lluvias, aunque esa explicación ha sido recibida con escepticismo desde diversos sectores.

Críticas al silencio institucional

Analistas y actores políticos han criticado el prolongado mutismo del Legislativo, especialmente cuando el país atraviesa escándalos de corrupción, como el caso SEDESOL, y una creciente presión ciudadana por mayor transparencia y reformas estructurales.

“El Congreso no solo está en silencio, sino en vacaciones, como si no existieran responsabilidades pendientes con el país”, opinó un analista consultado.

Mientras tanto, la ciudadanía sigue sin respuestas y el aparato legislativo continúa detenido, sin control político, ni fiscalización efectiva, en un momento clave para la democracia hondureña.

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