TEGUCIGALPA, HONDURAS.
El presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo, a través de su cuenta oficial de X realizó un posteó en el marco del Día Mundial de la Libertad de Prensa, en donde envía un enérgico mensaje a los periodistas de Honduras.
Aquí el posteo:
El Día Mundial de la Libertad de Prensa se celebra el 3 de mayo de cada año para conmemorar la Declaración de Windhoek, un acuerdo alcanzado por periodistas africanos en 1991 en Windhoek, Namibia. Esta declaración promueve la libertad, la independencia y el pluralismo en los medios de comunicación, reconociendo que una prensa libre y pluralista es esencial para una sociedad democrática y para el desarrollo económico y social.
La celebración de este día busca destacar la importancia de la libertad de prensa y la defensa de los derechos fundamentales de los periodistas en todo el mundo. También sirve como recordatorio de los desafíos y amenazas que enfrentan los profesionales de los medios de comunicación en su búsqueda de informar de manera objetiva y veraz. Además, el Día Mundial de la Libertad de Prensa es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de la libertad de expresión como un derecho humano fundamental, así como para destacar la importancia de proteger y promover la independencia de los medios de comunicación en todas partes del mundo.
Hoy celebramos un principio fundamental de nuestras sociedades democráticas: la libertad de prensa. En este Día Internacional de la Libertad de Prensa, reflexionamos sobre el poder y la responsabilidad que conlleva el ejercicio de esta libertad. La libertad de prensa es un pilar de la democracia, un derecho humano fundamental que nos permite informar, cuestionar y expresarnos libremente. Sin embargo, con esta libertad viene una gran responsabilidad. La libertad de prensa no es solo el derecho a publicar información, sino también la responsabilidad de hacerlo de manera ética y precisa.
Es por ello que la autorregulación en los medios de comunicación es esencial. Significa que debemos establecer estándares de calidad y ética, y cumplir con ellos de manera rigurosa. La autorregulación nos ayuda a mantener la integridad y la credibilidad, construyendo así la confianza del público en nuestras palabras y acciones. En este día, también debemos recordar la importancia de no difamar ni dañar el honor de las personas.
La libertad de expresión no es una licencia para destruir reputaciones ni para propagar información falsa o verificada. Se debe ejercer el derecho a informar con responsabilidad, respetando la dignidad y los derechos de todos. En un mundo donde la desinformación y las noticias falsas pueden socavar la confianza en los medios de comunicación, es más importante que nunca mantenerse fieles a los principios éticos y profesionales. Ser guardianes de la verdad, buscando siempre la objetividad y la imparcialidad en su trabajo.
Se tiene una gran responsabilidad: la responsabilidad de informar con precisión, imparcialidad y respeto por la dignidad humana. Difamar y atacar el honor de las personas va en contra de los principios éticos más básicos. Cada palabra que se escribe y cada noticia que se difunde tiene el potencial de afectar la vida de otros. Por lo tanto, se debe ejercer la libertad de prensa con cuidado y responsabilidad.
Al difamar a alguien, no solo se socava la confianza del público en los medios de comunicación, sino que también causamos un daño irreparable a la reputación y la integridad de las personas afectadas. Debemos recordar que detrás de cada historia hay seres humanos con derechos y dignidad que deben ser respetados. Y leyes a las que se puede recurrir. Quien informa tiene el deber de buscar la verdad y contar historias que informen, eduquen y promuevan el debate público de manera constructiva.
Esto significa verificar cuidadosamente los hechos, dar voz a todas las partes involucradas y abstenernos de difundir información que pueda dañar injustamente a alguien. Todo debe basarse en principios fundamentales como la verdad, la integridad y la responsabilidad. La extorsión va en contra de estos principios y socava la confianza del público en los medios de comunicación.
Extorsionar a personas o instituciones con el fin de obtener beneficios personales o ventajas profesionales es inaceptable en cualquier contexto. Va en contra de la ética periodística y daña la reputación de toda la profesión. Se debe informar de manera objetiva y veraz, sin recurrir a prácticas corruptas o coercitivas.
La extorsión no solo perjudica a las personas afectadas, sino que también compromete la credibilidad de tan importante profesión.
En este Día Internacional de la Libertad de Prensa, hago un llamado a todos los periodistas a reflexionar sobre la importancia de actuar con honestidad, transparencia y respeto por el bien común. Su misión es servir al público y promover el interés público, no enriquecerse a expensas de otros. Sigan siendo voces valientes en la defensa de la verdad y la justicia, pero también sean guardianes de la dignidad y el honor de cada persona que se ve afectada por cada historia.
Espero que este mensaje transmita la importancia de actuar con integridad y ética en la profesión periodística.
Felicidades a quienes realmente cumplen con esto.
