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domingo, agosto 17, 2025
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Polémica por cifras: Seguridad reduce a 40 mil la multitudinaria Caminata por la Paz en Honduras

El intento del secretario Gustavo Sánchez de minimizar la magnitud del evento religioso generó críticas, incluso dentro de su propia Secretaría, donde la subsecretaria Julissa Villanueva cuestionó el manejo político de los números.

TEGUCIGALPA, HONDURAS.

Lo que para muchos hondureños fue una jornada histórica de unidad y fe, para el secretario de Seguridad, Gustavo Sánchez, se redujo a una fría cifra: 40 mil participantes. 

En un intento por destacar el trabajo policial, Sánchez afirmó que la institución desplegó más de 7 mil agentes en 18 ciudades para garantizar la seguridad y que la caminata se desarrolló con “cero incidencias”.

Sin embargo, su publicación en redes sociales no pasó desapercibida. La subsecretaria de Seguridad, Julissa Villanueva, reaccionó duramente cuestionando la forma en que se presentaron las cifras. 

“POR FAVOR no nos sigan engañando con las cifras… dice @hegusave que tuvo la capacidad de contar los participantes (…) a veces creo que nadie lo asesora y que solo por su afán de politizar un respetable evento se equivoca”, expresó.

La respuesta de Villanueva dejó en evidencia la falta de coherencia dentro de la propia Secretaría de Seguridad, pues mientras el ministro intentó minimizar la magnitud de la caminata, su segunda en mando la calificó como “simplemente impresionante” y agradeció a las iglesias católica y evangélica por motivar a miles de ciudadanos a orar por la democracia y la paz en el país.

Lo ocurrido también desnuda el trasfondo político que rodea el evento: mientras la ciudadanía percibió una masiva movilización sin precedentes, el discurso oficial intentó reducir su impacto. 

La contradicción no solo deja en entredicho la credibilidad de las cifras oficiales, sino que refuerza la percepción de que desde el gobierno se busca restar legitimidad a un acto de fe y unidad nacional que incomodó en los círculos de poder.

Más allá de las diferencias numéricas, la Caminata por la Paz demostró que las iglesias lograron convocar a miles de hondureños en torno a un mismo propósito: reclamar democracia, rechazar el fraude electoral y orar por un país en crisis. 

La polémica por las cifras, al final, no hace más que confirmar que el verdadero impacto del evento no se mide en números, sino en la fuerza simbólica que evidenció.

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