- En la inauguración de una subestación eléctrica, la mandataria desvió el acto oficial para atacar a los aspirantes opositores, advertir sobre supuestas privatizaciones y asignar tareas de un futuro gobierno a Rixi Moncada.
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
Lo que debía ser un acto institucional terminó convertido en un mitin político. Durante la inauguración de la ampliación de una subestación eléctrica, la presidenta Xiomara Castro utilizó ayer martes la tribuna estatal para atacar a los candidatos presidenciales de la oposición y, al mismo tiempo, promover la figura de su candidata oficialista, Rixi Moncada.
«Si usted habla con estos cuatro candidatos y les pregunta, estoy casi segura que están de acuerdo con lo que se hizo en 12 años y siete meses de gobierno, y son capaces de volverlo a hacer», dijo la mandataria, en clara alusión a los gobiernos que la precedieron.
Castro acusó a sus adversarios de carecer de propuestas concretas y de basar su campaña en “canciones de propaganda” y “sonrisas bonitas”.
«Se llenan de solo críticas, pero que digan cuáles son sus propuestas. El pueblo quiere escuchar ideas claras y no ataques vacíos», recalcó.
Advertencias contra la oposición
En un tono confrontativo, la jefa de Estado advirtió que los opositores buscarían privatizar la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), eliminar subsidios a los combustibles y la tarifa eléctrica, así como suprimir programas sociales como la matrícula gratis y la merienda escolar.
En contraste, defendió su gestión asegurando que ha trabajado “por el interés colectivo” y que en tres años y siete meses ha llevado energía a comunidades donde antes era “imposible”.
Proselitismo desde Casa Presidencial
El discurso alcanzó su punto más polémico cuando la mandataria mencionó abiertamente a la candidata de Libre, Rixi Moncada, asignándole incluso tareas de un futuro gobierno: «Le va a tocar a Rixi ir reparando los hospitales», señaló.
Este abierto respaldo, pronunciado desde un acto oficial, reaviva las críticas sobre la difusa línea entre la gestión pública y la campaña electoral.
La figura de Moncada ha sido constantemente promovida por Castro en eventos institucionales, lo que opositores y analistas califican como un uso indebido de recursos y plataformas estatales con fines partidarios.
Una campaña adelantada desde el poder
Las declaraciones de Castro se producen justo al inicio del período de propaganda electoral, en el que los candidatos están obligados a presentar propuestas a la ciudadanía.
Sin embargo, el hecho de que la presidenta convierta un evento de obra pública en escenario de confrontación política y respaldo partidario plantea serias dudas sobre el respeto a la institucionalidad y la equidad en el proceso electoral.
Con la campaña en marcha, el discurso presidencial refuerza la percepción de que la administración de Castro se juega la continuidad de su proyecto político no solo en la gestión, sino también en el terreno electoral, con Rixi Moncada como heredera directa de su mandato.