TEGUCIGALPA, HONDURAS.
Una reducción aproximada del 30 por ciento en las lluvias se espera durante el mes de junio, lo que podría generar impactos negativos en la producción agrícola nacional, advirtió este lunes el director del Centro Nacional de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (CENAOS) de COPECO, Francisco Argeñal.
“Tenemos el pronóstico de menos lluvias en junio, como en el Distrito Central y en otros municipios del departamento de Francisco Morazán, y debido a eso se tendrían condiciones adversas en la producción de primera”, detalló el experto.
Este descenso en las precipitaciones coincide con la fase conocida como canícula, un período seco que generalmente se presenta entre julio y agosto en pleno invierno centroamericano.
Aunque Argeñal señaló que este año la canícula será de corta duración, su llegada anticipada en medio de un junio ya deficitario de lluvias podría agudizar los problemas en el campo.
La producción de primera, que comprende cultivos sembrados entre mayo y junio, podría ser la más afectada.
Entre los rubros más vulnerables se encuentran el maíz, los frijoles, el arroz y algunas hortalizas, que dependen en gran medida de una distribución regular de lluvias para un desarrollo adecuado.
Pese al panorama adverso, Argeñal ofreció una proyección más alentadora para el segundo ciclo agrícola.
“En el periodo de postrera las precipitaciones serán buenas para la producción agropecuaria nacional”, indicó, refiriéndose a la temporada de siembra que inicia en agosto, cuando se espera una recuperación de las condiciones climáticas.
Autoridades agrícolas han hecho un llamado a los productores a mantenerse informados y tomar medidas preventivas, como el uso eficiente del agua, la diversificación de cultivos y la aplicación de prácticas de conservación de humedad en el suelo.