GEORGIA.
(RT)- El primer ministro georgiano, Irakli Garibashvili, acusó al presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, de apoyar las protestas masivas en Tbilisi y le instó a «ocuparse primero» de sí mismo y de su país.
Tras el estallido de disturbios masivos en Georgia la semana pasada, Zelenski pronunció un discurso en video dirigido a los georgianos en sus redes sociales en el que afirmaba que el pueblo ucraniano desea al país el éxito «democrático y europeo».
«Mencionó el llamado de Zelenski… cuando una persona que está en guerra ahora sale y responde a una acción destructiva llevada a cabo por miles de personas aquí en Georgia, esto ya es evidencia directa de que esta persona está involucrada, motivada para hacer que algo suceda aquí», declaró Garibashvili el domingo en el canal de televisión georgiano Imedi.
Asimismo, recordó las declaraciones de políticos ucranianos como el alcalde de Kiev, Vitali Klichkó, y el líder del partido gobernante David Arajamia, que, según él, «decían que hace falta un cambio y algunos escenarios, un golpe de Estado», recogen medios locales.
«Es una intervención directa. […] Primero ocúpese de usted y su país, nosotros nos ocuparemos del nuestro», agregó.
Las protestas masivas
Las protestas masivas iniciaron la semana pasada en Tbilisi después de que se aprobara por mayoría parlamentaria el proyecto de ley de agentes extranjeros en primera lectura.
La primera versión del proyecto, la versión georgiana, fue presentada a mediados de febrero. Sin embargo, tras críticas del proyecto que supuestamente se asemejaba con la ley rusa, a finales de febrero se presentó otra versión, tomada de una ley estadounidense, con el objetivo de mostrar que era más rigurosa.
- La versión ‘georgiana’ prevé que las organizaciones sin fines de lucro y los medios de comunicación reciban el estatus de agentes de influencia extranjera si más del 20 % de sus ingresos proviene del extranjero. Tales organizaciones deben someterse a un registro obligatorio, y si se niegan a hacerlo serán multados. Además, el Ministerio de Justicia tendrá derecho a iniciar una investigación en su contra.
- Por su parte, la versión ‘estadounidense’ de la iniciativa es básicamente la traducción de la Ley de Registro de Agentes Extranjeros de EE.UU. (FARA), aprobada en 1938. Esa normativa establece la condición de agente extranjero no solo para los medios de comunicación y las organizaciones no gubernamentales, sino también para otras personas jurídicas y físicas. Las infracciones (retrasar el registro o rechazarlo) están sujetas no solo a sanciones administrativas, sino también penales: las personas pueden enfrentarse a penas de prisión de hasta cinco años.
Ambas versiones fueron posteriormente enviadas a la Comisión de Venecia, que se ocupa de asuntos del derecho constitucional, para su deliberación. La versión aprobada el pasado martes correspondía al proyecto ‘georgiano’ de la ley, que recibió 76 votos a favor y 13 en contra, mientras que la estadounidense debía haber sido deliberada en una sesión posterior. No obstante, la aprobación desató una ola de fuertes protestas en el país.
Tras los intentos de asaltar el edificio legislativo y varios enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden, las autoridades georgianas atendieron el jueves las dos principales demandas planteadas por la oposición: retiraron del Parlamento el proyecto de ley y liberaron a la mayoría de los manifestantes detenidos.
Sin embargo, esto no fue suficiente para los manifestantes, que, ondeando banderas de Georgia, la UE, EE.UU. y Ucrania, así como cantando el himno ucraniano y gritando lemas nacionalistas ucranianos, presentaron nuevas demandas, exigiendo la dimisión del Gobierno y la convocatoria de elecciones parlamentarias anticipadas.
Disturbios «orquestados» desde el exterior
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, opinó que la situación en torno al proyecto de ley sobre agentes extranjeros en Georgia fue solo un pretexto para iniciar un intento de cambio de poder por la fuerza.
El canciller ruso destacó que los acontecimientos que tuvieron lugar la semana pasada en Tbilisi «son similares al Maidán de Kiev», que llevó al golpe de Estado en Ucrania en 2014.
Según el ministro, los acontecimientos de Georgia están «orquestados» desde el exterior, empujados por el deseo de crear un factor de irritación cerca de las fronteras rusas.