• El coordinador de Libre admite que su candidata no obtuvo la victoria y asegura que, según su propio conteo de actas, el triunfo corresponde a Salvador Nasralla; aun así, exige la nulidad de las elecciones y denuncia “terrorismo electoral” e injerencia extranjera.
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
En un giro inesperado dentro de la convulsa crisis postelectoral, el coordinador del Partido Libertad y Refundación (Libre) y expresidente de Honduras, Manuel Zelaya Rosales, reconoció públicamente que la candidata oficialista Rixi Moncada no ganó las elecciones del 30 de noviembre.
Según Zelaya, el conteo nacional de actas realizado por Libre, “acta por acta”, indica que el verdadero ganador de la contienda presidencial es Salvador Alejandro César Nasralla Salum, aspirante del Partido Liberal.
“Según nuestro propio conteo nacional de actas presidenciales, acta por acta, quien gana la presidencia es Salvador Nasralla”, afirmó Zelaya, asegurando que la información fue confirmada con la propia candidata Moncada.
Este reconocimiento marca un quiebre significativo en la narrativa del oficialismo, que durante días sostuvo que su candidata había sido víctima de un fraude que distorsionó la voluntad popular.
Zelaya insiste en que hubo ‘terrorismo electoral’ y exige anular los comicios
Aunque admite que Libre no obtuvo la victoria, Zelaya mantuvo un discurso desafiante y volvió a denunciar una supuesta manipulación sistemática del proceso electoral.
Señaló como responsables de ese cambio en la intención de voto:
• El indulto otorgado por Donald Trump al expresidente Juan Orlando Hernández, condenado por narcotráfico en EE.UU.
• La presunta injerencia directa del mandatario estadounidense en el período de silencio electoral.
• El envío de 3.6 millones de mensajes a hondureños que reciben remesas, que según él contenían amenazas veladas.
• La extorsión de maras y crimen organizado durante el proceso.
• Y la supuesta manipulación del TREP, respaldada —asegura— en 26 audios que revelarían un “golpe electoral en marcha”.
“El terrorismo electoral fue impuesto a través de un TREP manipulado. No lo aceptamos y por esas sucias maniobras exigimos que las elecciones sean nulas.”
Su postura combina un reconocimiento tácito de la derrota con una exigencia frontal de anular el proceso, lo que genera debate sobre las motivaciones detrás del mensaje: ¿transparencia o reposicionamiento político?
Libre sostiene que la intención de voto favorecía a Moncada
Zelaya afirmó que, antes de las supuestas irregularidades, la candidata oficialista aventajaba claramente a los demás aspirantes.
Sin embargo, según su propio discurso, los hechos externos “alteraron de manera brutal” esa intención de voto.
Pese a ello, el conteo interno reconoce como ganador a Nasralla, una declaración que contradice la línea previa del partido y configura un viraje estratégico en la postura del oficialismo.
“Libre siempre será garantía de defensa de la verdad”
El expresidente concluyó su publicación reafirmando que su partido seguirá luchando contra lo que considera un “golpe electoral” y defendiendo la supuesta voluntad soberana del pueblo hondureño.
“Libre será siempre garantía de defensa de la VERDAD y de la voluntad soberana del pueblo hondureño. No al golpe electoral, no al fraude.”
Un mensaje que reconfigura el tablero político
El pronunciamiento de Zelaya llega en un momento de máxima tensión nacional, con protestas, acusaciones cruzadas y un proceso electoral aún sin concluir formalmente.
La admisión de que Rixi Moncada no ganó la presidencia podría tener fuertes repercusiones dentro del oficialismo, mientras que el reconocimiento de Nasralla como ganador —aunque enmarcado en una narrativa de fraude— abre un nuevo capítulo en la disputa poselectoral.
Resta por ver si este mensaje busca calmar tensiones o si forma parte de una estrategia política para reposicionar a Libre tras los resultados preliminares, que sitúan al partido en un distante tercer lugar.









