- Gustavo Solórzano advierte que Hall podría incurrir en abandono de cargo si se retira sin aprobación del Congreso Nacional
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
El presidente del Colegio de Abogados de Honduras (CAH), Gustavo Solórzano, afirmó este martes que no existe legalmente la figura de una “renuncia condicionada”, en alusión al anuncio hecho por el presidenciable Salvador Nasralla sobre la supuesta salida de la consejera del Consejo Nacional Electoral (CNE), Ana Paola Hall.
“La renuncia condicionada no existe como tal. Si ella se retira sin que el Congreso acepte su renuncia, legalmente se consideraría abandono de cargo”, sostuvo Solórzano en declaraciones a medios de comunicación.
El señalamiento surge tras el comunicado de Nasralla, quien aseguró que Hall presentará su renuncia ante el Congreso Nacional solo cuando haya un consenso para nombrar a su sustituto. Sin embargo, esta modalidad carece de respaldo jurídico, advirtió el presidente del CAH.
Vacante solo con aprobación legislativa
Solórzano fue enfático al explicar que, conforme al orden constitucional, el cargo de consejera solo queda oficialmente vacante cuando el pleno del Congreso Nacional acepta la renuncia presentada. En caso contrario, cualquier separación voluntaria del cargo sin ese trámite equivale a una falta grave.
Además, aclaró que, si bien el Partido Liberal puede proponer una moción para nombrar al sustituto de Hall, no es obligatorio que el nuevo integrante del CNE provenga del listado de personas que participaron en la pasada audiencia pública, ya que ese proceso está considerado como caducado.
Un proceso atrapado entre la política y la legalidad
Este nuevo episodio vuelve a evidenciar los vacíos institucionales y las tensiones políticas que rodean al CNE, órgano crucial en el marco de las elecciones generales de 2025.
Mientras se habla de consensos y acuerdos entre partidos, los especialistas subrayan la importancia de cumplir con los procedimientos legales para garantizar legitimidad.
Solórzano también recordó que cualquier intento de sustituir ilegalmente a un consejero o de presionar salidas bajo fórmulas no reconocidas por la ley solo deteriora la institucionalidad democrática del país.