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jueves, agosto 7, 2025
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“Reprimir la libertad de expresión es atentar contra la democracia”: Edmundo Orellana alza la voz ante ataques a periodistas

  • El exministro de Transparencia condena el clima de hostigamiento, mientras persiste el silencio del gobierno ante amenazas contra comunicadores

TEGUCIGALPA, HONDURAS.

En un contexto de creciente hostigamiento y estigmatización contra periodistas en Honduras, el exministro de Transparencia, Edmundo Orellana, se pronunció este miércoles en defensa de la libertad de expresión, advirtiendo que su represión representa una amenaza directa a los derechos fundamentales y a la democracia.

“Disentir es un derecho fundamental sobre el que se asienta la democracia; de ahí, que su salud institucional se mida por el respeto a la libertad de expresión. Reprimirla es un atentado contra derechos fundamentales y contra la democracia”, escribió Orellana en su cuenta de X.

El mensaje fue ampliamente difundido y calificado como oportuno y contundente, especialmente tras una serie de hechos que han encendido las alarmas dentro y fuera del país.

Pancartas con rostros de periodistas generan alarma

El episodio más reciente ocurrió la madrugada del 31 de julio, cuando aparecieron pancartas en distintas zonas de Tegucigalpa con los rostros y nombres de nueve periodistas, bajo el encabezado: “Sicarios de la verdad, campañas de desinformación masiva, no quieren que se realicen elecciones”. Las mantas, que incluían fotografías y acusaciones sin fundamento, han sido interpretadas como un intento de intimidación y silenciamiento de voces críticas.

La Red Centroamericana de Periodistas repudió el hecho, calificándolo como una amenaza directa a la labor periodística y una incitación a la violencia. Organizaciones de derechos humanos coincidieron en que se trata de un acto peligroso que pone en riesgo la integridad de los comunicadores.

Entre los señalados en las pancartas se encuentran tres mujeres periodistas, y varios de los afectados han reportado haber recibido amenazas desde la aparición de los mensajes, lo que ha elevado la preocupación por su seguridad.

Gobierno guarda silencio ante el ataque

Pese a la gravedad del incidente, el Poder Ejecutivo no ha emitido ningún pronunciamiento oficial al respecto. Para diversos sectores de la sociedad civil, este silencio institucional envía un mensaje de tolerancia —o incluso de complicidad— con los ataques contra la libertad de prensa.

Organismos nacionales e internacionales han exigido al gobierno de Honduras investigar con seriedad estos hechos, garantizar la seguridad de los periodistas afectados y cesar toda forma de estigmatización desde medios oficiales o instituciones estatales.

Mientras tanto, voces como la de Edmundo Orellana recuerdan que la democracia no puede sostenerse sin una prensa libre, y que el respeto a la disidencia es una medida indispensable de la salud institucional del país.

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