- Aunque el conteo de 2,793 actas se proyecta iniciar a la 1:00 de la tarde, la demora mantiene en vilo al país y eleva la presión política y social sobre el CNE.
TEGUCIGALPA, HONDURAS. –
La postergación en el inicio del escrutinio especial de 2,793 actas ha colocado a Honduras en un escenario de incertidumbre prolongada, profundizando la crisis electoral y elevando la tensión política y social, pese a la existencia de acuerdos políticos y reiterados llamados para que el proceso avance sin más dilaciones.
El conteo especial estaba programado para iniciar a las 7:00 de la mañana, sin embargo, durante las primeras horas del día no se permitió el ingreso de los escrutadores acreditados por los partidos políticos al Centro Logístico Electoral (CLE), ubicado en el Instituto Nacional de Formación Profesional (Infop).
En el lugar se observaron largas filas de representantes del Partido Liberal y del partido Libertad y Refundación (Libre), mientras que únicamente personal administrativo tuvo acceso a las instalaciones.
La falta de información clara y la ausencia de instrucciones precisas generaron un ambiente de desorganización y confusión, con escrutadores que permanecieron formados durante horas sin conocer el motivo del retraso ni el momento exacto de inicio del proceso.
Pese al acuerdo alcanzado entre el Partido Nacional y el Partido Liberal para dar luz verde al escrutinio especial —paso indispensable para que el Consejo Nacional Electoral (CNE) emita la declaratoria oficial de resultados—, el ingreso continuó sin habilitarse durante la mañana.
Enrolamiento, la causa del nuevo retraso
Representantes del Partido Nacional, entre ellos la diputada Lissi Cano y el dirigente Fernando Anduray, explicaron que los escrutadores nacionalistas ya completaron el proceso de enrolamiento, mientras que los representantes del Partido Liberal aún debían concluir dicho trámite.
Según indicaron, este procedimiento responde a criterios de identificación y transparencia, y una vez finalizado se prevé que el escrutinio especial inicie alrededor de la 1:00 de la tarde.
No obstante, el retraso acumulado ha generado preocupación en distintos sectores, que advierten sobre el impacto de la demora en la credibilidad del proceso.
Presión política y advertencias
Diversos actores han valorado como positivo el entendimiento entre liberales y nacionalistas, al considerar que demuestra conciencia sobre la gravedad del momento.
Sin embargo, también coinciden en que cada hora de retraso debilita la institucionalidad democrática y amplía el margen de confrontación política.
La diputada liberal Maribel Espinoza reiteró que el escrutinio especial no es una concesión política, sino una obligación legal y ciudadana, y advirtió que prolongar la incertidumbre erosiona la confianza pública y compromete la estabilidad democrática.
En la misma línea, el dirigente liberal Darío Banegas sostuvo que cada minuto de demora beneficia a Libre, debilita la institucionalidad y posterga la estabilidad que Honduras necesita con urgencia, calificando la conclusión del escrutinio como una responsabilidad histórica ineludible.
Llamado internacional
La presión para destrabar el proceso también proviene del ámbito internacional. El Buró de Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos instó al CNE a iniciar de inmediato el escrutinio especial para concluir y oficializar los resultados, sumándose a los llamados nacionales para cerrar el proceso dentro del marco democrático.
Un país a la espera de certezas
Más allá de los obstáculos operativos, el contexto exige voluntad política, orden administrativo y compromiso institucional.
El escrutinio especial se ha convertido en la pieza clave para cerrar el proceso electoral, restaurar la confianza ciudadana y permitir que el país avance.
Cada hora sin resultados definitivos no solo posterga una declaratoria, sino que prolonga una crisis que Honduras ya no puede seguir sosteniendo, en un momento en el que la estabilidad democrática está en juego.








