TEGUCIGALPA, HONDURAS.
La candidata presidencial del oficialismo, Rixi Moncada, denunció este martes un presunto fraude electoral en preparación desde el Consejo Nacional Electoral (CNE), acusando directamente a las consejeras Ana Paola Hall (Partido Liberal) y Cossette López (Partido Nacional) de operar bajo las órdenes del bipartidismo tradicional.
Sin presentar pruebas concretas, Moncada advirtió sobre un “esquema de fraude” similar al que, según ella, se habría ejecutado en las elecciones de 2013 y 2017.
Moncada pormenorizó que la elección de 2013 y 2017 fue ganada por el Partido Libre. En el caso de 2017 se usaron siete mecanismos para imponer un fraude anulando 5 mil actas electorales alterando la soberanía popular y dando por válida una elección fraudulenta que impuso a Juan Orlando Hernández.
“Ahí está su gente, ahí están sus equipos, él está enviando sus mensajes y dirigiendo acciones de fraude de la misma manera que lo sabe hacer como lo hizo con su coparticipación en el golpe y los fraudes electorales”, manifestó.
La presidenciable se jactó que el bipartidismo sabe cómo están las encuestas y que sus candidatos están derrumbados. “Ellos saben que soy la candidata del pueblo y saben que los voy a derrotar en las urnas, y se unen temprano en el mes de junio para detener este proyecto popular que tiene en el corazón de su propuesta la democratización económica y financiera del país para que la riqueza le pueda llegar a miles de hondureños a niveles nacional que han vivido en el total abandono”, indicó.
Sin embargo, a pesar de la grave acusación, la candidata de Libre también se proclamó como la próxima ganadora de los comicios del 30 de noviembre.
“Ellos saben que soy la candidata del pueblo y saben que los voy a derrotar en las urnas”, declaró, en una afirmación que contradice su propia denuncia de un fraude en marcha.
Durante su conferencia, Moncada sostuvo que se están manipulando las condiciones técnicas del sistema de transmisión de resultados para permitir el “manoseo” de actas electorales, algo que –según dijo– ya fue denunciado por el consejero de Libre, Marlon Ochoa.
En respuesta, convocó a los colectivos de Libre a una movilización nacional de tres días (26, 27 y 28 de junio), en el marco del 16º aniversario del golpe de Estado de 2009, advirtiendo que el pueblo saldrá a las calles si no se “respeta la voluntad popular”.
¿Denuncia legítima o estrategia anticipada?
El discurso de Moncada no pasó desapercibido, ya que muchos sectores políticos y ciudadanos lo interpretan como un intento de condicionar desde ya los resultados electorales, sembrando dudas sobre el proceso antes siquiera de iniciar la campaña formal.
A ello se suma su insistencia en eliminar lo que calificó como “pasos de intromisión humana” en la transmisión de actas, aludiendo a procesos legales que han sido parte de las elecciones anteriores y que ahora considera mecanismos de fraude.
También arremetió contra la consejera Ana Paola Hall, pidiéndole “recapacitar” para no permitir el supuesto fraude, advirtiendo que si el CNE no actúa, “el pueblo en las calles va a desmontar este esquema”.
Riesgos para el proceso democrático
Las declaraciones de la candidata oficialista alimentan el ambiente de polarización política que vive Honduras, y podrían tener efectos negativos sobre la credibilidad del proceso electoral, especialmente si se convierte en estrategia de presión para obtener condiciones favorables en el CNE.
Mientras tanto, el órgano electoral sigue sin pronunciarse sobre estas nuevas acusaciones, y diversos sectores exigen prudencia y responsabilidad a todos los actores políticos, recordando que la confianza en las instituciones es clave para garantizar unas elecciones limpias, transparentes y legítimas.