- La candidata presidencial de Libre desestima el barómetro electoral del sector privado y acusa al Cohep de responder a las élites económicas del país
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
La candidata presidencial del Partido Libertad y Refundación (Libre), Rixi Moncada, lanzó una dura crítica contra el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), tras la presentación de su barómetro electoral correspondiente al mes de julio.
Moncada cuestionó la legitimidad del instrumento, alegando que no refleja la opinión del pueblo hondureño, sino únicamente la de un pequeño grupo con poder económico.
“El Cohep está conformado por 600 personas, pero Honduras tiene una población de 10 millones”, manifestó la presidenciable, subrayando que los resultados del barómetro electoral carecen de representatividad.
La encuesta, presentada esta semana por el Cohep, revela que un 84.5 % de los empresarios afiliados no confían en el proceso electoral.
Además, destaca que un 73.2 % de los encuestados exigen honestidad y transparencia en los candidatos, un 48.4 % reclama propuestas claras para el sector productivo y un 43.1 % demanda liderazgo firme en quienes aspiran a la presidencia.
Sin embargo, para Moncada, estas cifras no representan la realidad nacional. “Esa encuesta que hacen, la hacen a los 600 afiliados a ellos”, criticó.
“Ellos son un segmento de la población que integra a las 10 familias y los 25 grupos de poder económico del país”, sentenció.
En cuanto a la percepción de los candidatos, el barómetro posiciona a Salvador Nasralla como el más receptivo entre los empresarios con un 48.8 % de preferencia, seguido por Nasry Asfura con 30 %, mientras que Moncada apenas alcanza un 3.8 %.
No obstante, la candidata oficialista considera que este tipo de mediciones están sesgadas por los intereses del gran capital.
“Que les pregunten a los millones de hondureños que viven con el salario mínimo o menos. Esa es la verdadera encuesta que importa”, afirmó con tono desafiante.
Moncada no es la única figura del oficialismo que ha refutado los resultados del barómetro.
Varios funcionarios también han señalado que el Cohep no actúa con imparcialidad, sino como un actor político que responde a los intereses de una élite que históricamente ha controlado el poder económico del país.
El enfrentamiento entre Libre y el sector privado se intensifica a medida que se acercan las elecciones, en un ambiente donde la desconfianza en las instituciones y la lucha por el relato público son ya parte central de la contienda.