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lunes, julio 14, 2025
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Rixi Moncada lanza dardo en tierra Lenca: “Ahora sí tendrán presidenta”

La precandidata promete representación indígena “genuina”, en un discurso que marca distancia del legado de Xiomara Castro

SANTA ELENA, LA PAZ.

En un acto cargado de simbolismo político, la precandidata presidencial Rixi Moncada prometió este fin de semana a los pueblos indígenas que “a partir del 27 de enero de 2026, ahora sí tendrán presidenta”. 

La declaración, realizada durante un conversatorio con líderes Lencas en el municipio de Santa Elena, fue interpretada por muchos como un desliz —o quizás un mensaje calculado— que marca distancias con la actual mandataria, Xiomara Castro, la primera mujer en asumir la Presidencia de Honduras.

“Ustedes pueblos indígenas tendrán presidenta […] su representación genuina, su representación auténtica, autóctona”, afirmó Moncada desde una zona con fuerte identidad Lenca. 

Sus palabras, aunque envueltas en una narrativa de inclusión y reivindicación histórica, resonaron como una crítica implícita a la falta de atención que estas comunidades han recibido, incluso bajo el gobierno de Libertad y Refundación (Libre), partido al que ambas pertenecen.

La frase “ahora sí tendrán presidenta” encendió las redes sociales, donde usuarios señalaron que, en la práctica, Moncada parecía desmarcarse del legado de Castro, a quien ha servido como ministra en su gabinete. 

Para muchos, su discurso no solo desconoce los esfuerzos simbólicos de tener a una mujer en la presidencia, sino que insinúa que ese hito no se ha traducido en cambios reales para los sectores históricamente marginados.

Promesas de justicia y desarrollo desde una región olvidada

Desde el corazón de La Paz, Moncada se comprometió a gobernar “a la par de ustedes por la defensa de sus derechos ancestrales”, y llevar el apoyo del Estado “a estos pueblos, a estos caseríos, a estas aldeas”. 

El tono de su discurso buscó posicionarla como una figura cercana a los territorios indígenas y diferenciada de las élites políticas —incluyendo, paradójicamente, al gobierno que hoy representa.

Llamó especialmente la atención que en su intervención no hiciera mención alguna a Xiomara Castro, omisión que fue interpretada como una estrategia deliberada para construir su propia identidad política en medio de una contienda interna cada vez más competitiva dentro de Libre.

El evento en Santa Elena, más allá de su dimensión local, deja entrever tensiones dentro del oficialismo, en un contexto donde las aspiraciones presidenciales comienzan a redefinir alianzas, discursos y lealtades. 

En nombre de una “representación autóctona”, Rixi Moncada parece estar trazando una ruta propia, aunque sea a costa de desafiar la narrativa de continuidad en la que se ampara el partido de gobierno.

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