- Dirigentes, ministros y diputados de Libre reconocen la derrota mientras su candidata insiste en desconocer el proceso; el escrutinio avanza en una de las contiendas más cerradas en décadas
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
En el tercer día del escrutinio oficial, la candidata del Partido Libertad y Refundación (Libre), Rixi Ramona Moncada Godoy, no logró despegar del tercer lugar, acumulando apenas 19.02 % de los votos, equivalentes a 479,650 sufragios.
La distancia con los dos primeros lugares continúa ampliándose, dejando fuera de posibilidad cualquier escenario de remontada.
Los primeros puestos de la contienda continúan dominados por Salvador Nasralla, candidato del Partido Liberal, y Nasry “Tito” Asfura, del Partido Nacional, quienes protagonizan una de las elecciones más cerradas de las últimas décadas, disputándose voto a voto la Presidencia de la República.
Moncada insiste en un “golpe electoral” y rechaza los resultados
A pesar de las cifras oficiales, Moncada ha asegurado públicamente que en su contra se ha gestado un “golpe electoral” y reafirma que no aceptará los resultados ni reconocerá a ninguno de los candidatos que resulte electo presidente.
Sus declaraciones han generado inquietud entre sectores del oficialismo y han tensado el ambiente durante el avance del escrutinio.
La candidata de Libre sostiene que ha existido manipulación en algunas Juntas Receptoras de Votos y que el proceso ha sido alterado para evitar un eventual triunfo suyo, aunque hasta ahora no ha presentado pruebas concluyentes que respalden dichas acusaciones.
Libre marca distancia: funcionarios aceptan la derrota
Mientras la candidata oficialista mantiene su rechazo frontal al proceso electoral, diversas figuras del gobierno y del Partido Libre han comenzado a marcar distancia de su postura.
Algunos dirigentes, ministros y diputados han reconocido públicamente la derrota, llamando a la calma y asegurando que respetarán los resultados del escrutinio oficial.
Incluso dentro del oficialismo se han escuchado voces que piden autocrítica, señalando que el resultado evidencia errores estratégicos, desgaste de gobierno y falta de conexión con sectores clave de la población durante la campaña.
Este desacuerdo interno expone un quiebre en la narrativa del oficialismo, que intenta proyectar serenidad institucional mientras su candidata insiste en denunciar fraude.
Una contienda histórica entre Nasralla y Asfura
Con Moncada relegada a una tercera posición sin señales de ascenso, toda la atención nacional se centra en la cerrada disputa entre Nasralla y Asfura, quienes avanzan prácticamente voto a voto en un escrutinio que ha captado el interés de la ciudadanía y de la comunidad internacional.
Los datos divulgados hasta este miércoles confirman que el proceso electoral de 2025 podría convertirse en uno de los más ajustados en la historia reciente del país, situando a Honduras en un clima de expectativa y tensión a medida que se contabilizan las últimas actas.
Honduras a la espera del desenlace
El país permanece atento al avance del escrutinio y a la evolución política dentro del oficialismo, especialmente ante la posibilidad de que el Partido Libre deba reconstruir cohesión tras una derrota que algunos ya dan por consumada.
Mientras tanto, la pelea por la Presidencia continúa, y el desenlace dependerá de los últimos tramos del conteo oficial, que definirán quién gobernará Honduras en un periodo marcado por desafíos institucionales, económicos y sociales.









