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miércoles, junio 4, 2025
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Santiago Ruiz critica a las FFAA por hostigar a periodistas: “La prensa tiene micrófonos, las Fuerzas Armadas tienen armas; esto deja una pésima imagen a nivel internacional”

TEGUCIGALPA, HONDURAS.

El expresidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Santiago Ruiz, condenó públicamente lo que calificó como un ataque frontal de las Fuerzas Armadas de Honduras (FF. AA.) contra el periodismo nacional, tras la reciente publicación del boletín oficial FFAA Digital que tildó de “Sicarios de la Verdad” a tres reconocidos periodistas hondureños.

“Creo que se ha llegado a un extremo de confrontación en el cual una institución que debería ser el fiel de la balanza toma partido atacando públicamente al sector periodístico del país. Esto deja una pésima imagen a nivel internacional”, expresó Ruiz.

El empresario criticó la asimetría entre el poder armado de las Fuerzas Armadas y las herramientas pacíficas de los medios de comunicación.

“Lamentablemente, les han echado las FF. AA. al gremio periodístico, que tiene como armas un micrófono, una cámara, una pluma. Mientras unos tienen grabadoras, los otros tienen fusiles”, advirtió.

Ruiz también reflexionó sobre la diversidad de medios que existen en el país, señalando que, aunque hay líneas editoriales diversas, “la mayoría informan de manera objetiva y veraz”. No obstante, denunció que cualquier crítica al gobierno actual es percibida como una amenaza. “El que hace una crítica lo ven como enemigo”, dijo.

Las declaraciones del expresidente del Cohep se producen tras la polémica generada por la portada del boletín FFAA Digital, en la que se presentan los rostros de los periodistas Rodrigo Wong Arévalo (director de Abriendo Brecha y propietario de Canal 10), Dagoberto Rodríguez (director de Radio Cadena Voces y reciente ganador del Premio Álvaro Contreras 2025) y Juan Carlos Sierra (presidente del Colegio de Periodistas de Honduras), acusándolos —sin pruebas— de actuar en contra de los intereses nacionales.

El incidente ha sido ampliamente criticado por organizaciones nacionales e internacionales defensoras de la libertad de prensa, que consideran que se trata de un acto de intimidación y estigmatización en un contexto ya hostil para los periodistas en Honduras.

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