En un ambiente de perdón y reconciliación, los tres consejeros del ente electoral oraron juntos, se pidieron disculpas y se comprometieron a garantizar unos comicios transparentes el próximo 30 de noviembre.
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
En un hecho poco común en la política hondureña, los consejeros del Consejo Nacional Electoral (CNE) compartieron un momento de reconciliación tras su reunión con el padre Leopoldo Serrano, quien ha liderado jornadas de diálogo en busca de la paz democrática.
Según relató el sacerdote, los consejeros no solo oraron juntos, sino que también se pidieron perdón, se abrazaron y se comprometieron a resguardar la democracia, asegurando que las elecciones generales del 30 de noviembre serán limpias y transparentes.
“Mi sacrificio valió la pena, se cumplió el objetivo que me puse. Yo sabía que me hacía falta más después de haber culminado la caminata”, expresó Serrano ante los medios de comunicación, visiblemente satisfecho por los resultados del encuentro.
Palabras de fe y reconciliación
El padre destacó una frase que le compartió el consejero Marlon Ochoa en el ascensor: “la paz proviene de Dios”.
Serrano explicó que su propósito desde el inicio de esta segunda caminata ha sido llevar paz a los consejeros del CNE, convencido de que el diálogo debía abrirse desde el corazón.
Tras el emotivo abrazo entre los consejeros, el ambiente se tornó de alegría, acompañado de bromas y muestras de camaradería, un contraste con las tensiones que en días recientes habían marcado la agenda del ente electoral.
Próximos encuentros por la paz
El sacerdote adelantó que su misión no concluye aquí. Confirmó que se reunirá con la candidata presidencial de Libre, Rixi Moncada, y la próxima semana con el presidenciable liberal, Salvador Nasralla.
“Seguiré visitando a los demás candidatos al Gobierno de la República con el objetivo de sembrar paz en los distintos sectores del país”, señaló.
El gesto de reconciliación en el CNE, subrayó Serrano, es una señal de esperanza en un proceso electoral que requiere confianza y unidad en medio de la polarización política.