El 31 de marzo de 1995 la cantante Selena Quintanilla fue asesinada en Corpus Christi, Texas, Estados Unidos, por la presidenta de su club de fans Yolanda Saldívar, quien citó a la Reina del Tex-Mex en el motel Days Inn y le disparó provocándole un choque hipovolémico y un paro cardiorrespiratorio.
Siete meses después del funeral de Selena, en el llamado juicio del siglo, y luego de cuatro días y nueve horas de deliberación, el jurado de Houston, Texas, encontró culpable a Yolanda Saldívar por homicidio intencional el 26 de octubre de 1995 y se le sentenció a cadena perpetua, condena que cumple desde noviembre de ese mismo año.
En la década 90, “Selena y Los Dinos” alcanzaron un rotundo éxito, toda vez que la voz principal de la agrupación originaria de Corpus Christi fue la primera mujer en incursionar y, sobre todo, romper la barrera que le permitió empoderarse en el género musical conocido como “Tex-Mex” (en el que sólo habían incursionado hombres).
Sin embargo, en pleno triunfo internacional, con tan sólo 23 años de edad, Yolanda Saldívar le quitó la vida.
A casi 30 años del delito que la puso tras las rejas, Saldívar insiste en que no se arrepiente de lo que ocurrió aquel día. Hoy día Quintanilla es recordada y vista como una de las figuras más importantes que ha impactado varias generaciones.