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martes, octubre 21, 2025
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“Se van unas, vienen otras”: Juan Barahona minimiza cierre de maquila que deja sin empleo a más de 2,200 hondureños

  • Mientras miles de trabajadores en Villanueva enfrentan la incertidumbre, el diputado de Libre reduce la crisis laboral a una “dinámica normal” del sector maquilero; líderes obreros advierten del impacto social y económico de la salida de Hanes Brands.

TEGUCIGALPA, HONDURAS.

El cierre de una nueva planta maquiladora en Villanueva, Cortés, ha dejado a más de 2,200 trabajadores sin empleo, profundizando la crisis económica y social que golpea al norte del país.

Sin embargo, las declaraciones del diputado oficialista Juan Barahona, del Partido Libertad y Refundación (Libre), han generado controversia por el tono con el que restó gravedad a la situación.

“Las maquilas siempre han sido así, no han sido estables, se van unas, vienen otras”, dijo Barahona al ser consultado por la prensa, agregando que no puede alegrarse por el cierre porque “quedan muchas personas sin empleo, y el empleo en Honduras no abunda, pero eso va a continuar, en este gobierno, en cualquier otro gobierno va a continuar”.

El legislador y dirigente obrero aseguró que este fenómeno forma parte de la “dinámica natural del modelo maquilero”, argumentando que estas empresas migran de un país a otro en busca de mejores beneficios e incentivos fiscales.

“Honduras les ha dado beneficios, incluso con un salario diferenciado respecto a otras empresas”, señaló Barahona, en referencia a las políticas de estímulo que por años han favorecido la instalación de industrias textiles en el país.

Una industria en retroceso

El reciente cierre de la planta HBI, perteneciente a la Corporación Hanes Brands, representa la pérdida definitiva de las operaciones de Confecciones del Valle, Costura, Verticales y Bodega Central.

Según informó el secretario general de la Federación Independiente de Trabajadores de Honduras (FITH), Joel López, esta decisión empresarial marca el cierre de tres plantas en la zona norte, donde miles de familias dependían directamente de los ingresos generados por la maquila.

“Es un golpe durísimo para los trabajadores y sus comunidades. No se trata solo de empleos perdidos, sino de hogares que se quedan sin sustento y economías locales que se paralizan”, advirtió López.

El sindicalista recordó que, aunque las maquilas históricamente se han movido buscando menores costos, la falta de estabilidad política, altos costos de energía y baja competitividad han hecho que Honduras pierda atractivo frente a otros países de la región.

Silencio oficial y preocupación social

Mientras el cierre de maquilas se repite en el norte del país, el gobierno de Xiomara Castro no ha presentado una estrategia concreta para detener la fuga de inversiones ni proteger los empleos del sector textil, que representa una de las principales fuentes de divisas y trabajo formal en Honduras.

En contraste, las declaraciones de Barahona reflejan una visión desconectada de la realidad laboral de miles de hondureños que dependen de la maquila para sobrevivir. En Villanueva, la desesperación crece: madres solteras, jóvenes y obreros que hoy se enfrentan a un futuro incierto.

“Se nos acaba la esperanza. No sabemos cómo vamos a pagar la casa, ni cómo dar de comer a los niños”, expresó una trabajadora que prefirió no ser identificada.

El sector maquilero, que en su momento llegó a emplear a más de 170 mil hondureños, continúa en retroceso.

Cada planta que cierra representa no solo una estadística más, sino miles de sueños interrumpidos en un país donde el empleo formal se desvanece y las respuestas oficiales brillan por su ausencia.

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