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sábado, enero 11, 2025

Simpatizantes del oficialismo exigen justicia por víctimas del golpe de Estado en Honduras

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TEGUCIGALPA, HONDURAS.

Decenas de simpatizantes del oficialista Partido Libertad y Refundación (Libre) se concentraron este viernes frente al tribunal en Tegucigalpa donde comparecen el exjefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Honduras Romeo Vásquez y dos militares acusados de homicidio, para exigir justicia para los “mártires” del golpe de Estado de 2009 al entonces presidente, Manuel Zelaya.

“Necesitamos que se haga justicia por cada uno de los mártires, por la vida de Isis Obed, porque él y todos los mártires fueron asesinados, ellos no murieron porque querían morir, murieron porque los quisieron asesinar”, dijo a los periodistas Silvia Mencías, la madre de Isis Obed Murrillo.

Vásquez, el exsubjefe de la institución castrense Venancio Cervantes y el excomandante del Comando de Operaciones Especiales Carlos Roberto Puerto, son acusados por el Ministerio Público (Fiscalía) de «delitos de homicidio y lesiones graves» contra los ciudadanos Isis Obed Murillo y Alex Roberto Zavala, seguidores de Zelaya, esposo y asesor de la presidenta de Honduras, Xiomara Castro.

Murillo murió el 5 de julio de 2009 por un disparo en la cabeza cuando participaba en una manifestación, el 5 de julio de 2009, cuando Manuel Zelaya intentó retornar al país por vía aérea, lo que le impidieron las Fuerzas Armadas cruzando camiones en la pista del Aeropuerto Internacional de Toncontín, de la capital hondureña.

Zavala sufrió «graves lesiones» a consecuencia de los disparos realizados por soldados hondureños, señaló la Fiscalía en un comunicado.

Según las investigaciones, las actuaciones de los militares fueron «brutalmente desproporcionadas, ya que dispararon de manera indiscriminada con fusiles de alto poder y grueso calibre (M-16) contra ciudadanos que ejercían su derecho a manifestarse pacíficamente».

Mencías aseguró que será «una satisfacción que se castigue al culpable» de la muerte de Isis Obed y señaló que Vásquez «abusó de su poder» cuando era jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas al permitir que militares «dispararan» contra los manifestantes.

«He logrado perdonar porque en mi corazón no hay rencor, pero sí hay dolor y por ese dolor exijo justicia, porque perdonar no es olvidar», enfatizó la mamá de Isis Obed.

Los tres generales retirados, detenidos el domingo, comparecen ante un tribunal de Tegucigalpa en una «audiencia inicial», en la cual el juez, según la portavoz del tribunal, Bárbara Castillo, decidirá si sigue el proceso judicial contra ellos o los absuelve.

La Fiscalía hondureña considera que «era obligación» de los tres generales «instruir a sus subalternos no usar bala viva, por lo tanto, se considera una acción dolosa, y hemos solicitado la recalificación del delito de homicidio a asesinato y de lesiones a tentativa de homicidio”, dijo a periodistas su portavoz, Yuri Mora.

Por su parte, Lícida Zelaya, esposa del exjefe militar, dijo a los periodistas que espera que «hoy sea un día de libertad y victoria. Esto es una expresión de odio y de venganza».

“Esto es preocupante, estoy preocupada por lo que pasa en el país, ellos son víctimas del régimen Castro Zelaya como pasa en Venezuela, este será un día de justicia y de sanidad para mi esposo, creemos en la imparcialidad del juez para que se haga justicia, no solo para los generales si no para Isis Obed (Murillo)”, subrayó.

La esposa de Vásquez pidió a las autoridades «investigar quién fue el que disparó contra Isis Obed, identificar al hechor y no culpar a otras personas”, y responsabilizó al Gobierno de Xiomara Castro «si le pasa algo a mi esposo». 

Con información de EFE

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