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lunes, noviembre 10, 2025
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Simulacro del TREP divide narrativas: Libre grita “fracaso”, pero expertos lo ven como paso clave y alertan intento de deslegitimar elecciones

  • A 20 días de los comicios, figuras jurídicas, políticas y técnicas desmontan el discurso alarmista de Libre y señalan que el simulacro permitió detectar fallas corregibles; analistas advierten una estrategia oficialista para sembrar dudas y justificar una eventual derrota.

TEGUCIGALPA, HONDURAS.

A menos de tres semanas de las elecciones generales en Honduras, el simulacro nacional del sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), ha generado un debate público.

Mientras sectores del partido Libertad y Refundación (Libre) calificaron el ejercicio como un “fracaso”, voces jurídicas, técnicas y políticas defendieron la prueba como un paso fundamental en la preparación electoral y cuestionaron lo que interpretan como una estrategia oficialista de deslegitimación anticipada.

Si bien es cierto, el simulacro desarrollado el domingo por el Consejo Nacional Electoral (CNE), presentó fallas de conectividad, ausencia de custodios tecnológicos y problemas de transmisión en algunos centros.

No obstante, especialistas recalcan que precisamente ese es el propósito: identificar debilidades antes de la jornada oficial del 30 de noviembre.

Libre insiste en fracaso, expertos llaman a responsabilidad

Los dirigentes oficialistas Marlon Ochoa y Rixi Moncada aseguraron que el simulacro evidencia fallas estructurales y presunta manipulación interna del proceso. Sin embargo, la respuesta desde sectores independientes fue inmediata.

Gustavo Solórzano, presidente del Colegio de Abogados de Honduras (CAH), advirtió que la función pública exige responsabilidad, no alarmismo.

“Los simulacros existen para detectar fallas y corregirlas a tiempo, no para declarar fracasos anticipados. Hacer eso no es hablar con verdad, es generar desconfianza e incertidumbre”.

Solórzano llamó a la ciudadanía a votar masivamente el 30 de noviembre y subrayó que la verdadera garantía del proceso son los ciudadanos, no los discursos partidarios.

Análisis técnico vs. narrativa política

El analista Julio Larios señaló que la postura de Libre responde a una estrategia comunicacional: “La calificación de fracaso es parte de la narrativa del partido de gobierno. El simulacro cumplió su objetivo técnico: detectar deficiencias que pueden corregirse”.

Coincidiendo con este criterio, el codirector del CNE, Lino Tomás Mendoza, reconoció fallas tanto técnicas como humanas —especialmente la ausencia o falta de capacitación de custodios informáticos— pero valoró el ejercicio como útil y recuperable.

“Lo que sucedió es una oportunidad de rectificación. No todo fue negativo”.

“Libre busca deslegitimar el proceso”

Para el dirigente liberal Arístides Mejía, las declaraciones de Ochoa y Moncada no son aisladas, sino parte de una estrategia para sembrar dudas y cuestionar el resultado antes de votar.

“Libre está intentando desacreditar el proceso porque anticipa una derrota. Magnifican problemas y atacan a quienes administran el proceso”.

Mejía sostuvo que el TREP es una obligación legal y ningún actor político puede invalidarlo por conveniencia.

Correcciones necesarias, pero sin alarmismo

El exconsejero del CNE Flavio Nájera reconoció que el órgano electoral debe reforzar coordinación y logística, especialmente en capacitación de custodios, pero rechazó el mensaje derrotista.

Mientras tanto, el experto en políticas públicas Dennis Gómez alertó sobre el riesgo institucional que implica que funcionarios del propio aparato electoral siembren dudas internas:

“Desacreditar la administración pública desde adentro es peligroso. No podemos repetir el clima de desconfianza que ya vivimos”.

CNE promete ajustes y certidumbre

El codirector electoral Eduardo Fuentes aseguró que cada incidencia será documentada y corregida previo a las elecciones.

“El proceso democrático es de los ciudadanos. Dos horas después del cierre de urnas queremos brindar datos preliminares oficiales que den tranquilidad”.

Un clima que se tensa

El simulacro del TREP, lejos de ser un ensayo técnico, terminó revelando la profundidad de la disputa narrativa rumbo al 30 de noviembre: mientras Libre insiste en instalar sospechas sobre el sistema, analistas y especialistas llaman a prudencia, institucionalidad y participación activa.

A medida que se acerca la jornada electoral, el desafío será blindar el proceso democrático frente a discursos que —según los expertos— buscan justificar anticipadamente un resultado adverso y trasladar responsabilidad al aparato electoral.

El país, nuevamente, se juega no solo un resultado, sino la credibilidad de sus instituciones y la confianza ciudadana en las urnas.

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