- Julio Raudales advierte que el país depende peligrosamente del envío de remesas y que, sin ellas, el tipo de cambio estaría fuera de control.
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
La economía hondureña se sostiene por una cuerda cada vez más delgada y extranjera: las remesas. Así lo afirmó el expresidente del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), Julio Raudales, quien advirtió que, de no ser por los dólares enviados por los migrantes, el tipo de cambio ya estaría cerca de los 35 o incluso 40 lempiras por dólar.
“El monto de las remesas es tan grande que, sin ser parte del Producto Interno Bruto (PIB), representa una tercera parte del mismo”, explicó Raudales, subrayando que este ingreso masivo de divisas no depende del desempeño económico interno, sino de factores externos como la migración y la política internacional.
Según datos del Banco Central de Honduras (BCH), hasta mayo de 2025 el país ha recibido 4,633.7 millones de dólares en remesas, una cifra récord que ha mantenido el tipo de cambio en torno a los 26.06 lempiras por dólar.
Raudales enfatizó que esta aparente estabilidad es engañosa: “Esto nos muestra lo precario que está el sistema económico hondureño, porque depende muchísimo del envío de estos dólares. Si no fuera por eso, estaríamos enfrentando una severa devaluación”.
Además, advirtió que cualquier cambio en la política migratoria de Estados Unidos —como nuevas olas de deportaciones o impuestos a las remesas— podría afectar directamente a la economía nacional.
“Es una vulnerabilidad muy seria que no estamos enfrentando con políticas estructurales de desarrollo productivo”, dijo.
Mientras tanto, el país continúa dependiendo de los ingresos de millones de hondureños que, obligados a migrar, sostienen desde el exterior lo que la economía interna no logra producir.