Yasuaki Yamashita admitió que quiso ver la película porque quería comprender las intenciones del científico Oppenheimer, «el padre de la bomba atómica».
La película del director Christopher Nolan “Oppenheimer” causó revuelo estos días en las salas de cine debido al éxito cinematográfico que consiguió, y uno de los sobrevivientes de la bomba atómica lanzada a la ciudad de Nagasaki, Japón, relató su experiencia al ver la cinta.
Yasuaki Yamashita rememora que el 9 de agosto de 1945 un vecino de donde residía, en Nagasaki, los alertó sobre un avión “misterioso” que sobrevolaba la ciudad nipona.
La cinta protagonizada por el actor Cillian Murphy está basada en la novela biográfica de 2005 “Prometeo Americano: El triunfo y la tragedia de J. Robert Oppenheimer“, escrita por Kai Bird y Martin J. Sherwin.
La productora Universal Pictures compartió un video en redes sociales donde entrevistan a Yasuaki Yamashita sobre su experiencia de espectar “Oppenheimer”, y el nipón se sinceró al revelar que entró en llanto cuando pasó la escena donde realizan una prueba de la bomba atómica.
“Estaba temblando (…) la tristeza, la memoria, el sufrimiento… cuando comienza la escena de la prueba (de la bomba) empecé a sufrir, no podía ver la película. Tuve que taparme los ojos y empecé a llorar”.
El sobreviviente recordó que en 1945 luego de ser alertado sobre el avión que volaba sobre Nagasaki, su madre le indicó que se refugiarían en un fuerte que se encontraba debajo de su residencia, “por si acaso”; sin embargo, solo alcanzaron a entrar a su hogar.
“¡Vino una explosión terrible! Era una luz tremenda, como si fueran mil relámpagos al mismo tiempo. Empezamos a sentir muchas cosas que volaban sobre nosotros”.
Respecto a la película, Yasuaki Yamashita admitió que valió la pena ver la película ya que tenía la intención de comprender las intenciones del científico Robert Oppenheimer, bautizado como “el padre de la bomba atómica”.
“Vale la pena que la vean, sobre todo los jóvenes. Que sepan lo que sucedió (…) lo importante de ver la película es que la gente entienda que jamás tenga que suceder esta tragedia”.
Las bombas nucleares fueron lanzadas entre el 6 y 9 de agosto de 1945 a las poblaciones japonesas de Hiroshima y Nagasaki al final de la II Guerra Mundial, y causaron la muerte de más de 200 mil personas, según estimaciones.