- Inundaciones, derrumbes y comunidades incomunicadas reflejan la emergencia que golpea al país; autoridades mantienen Alerta Roja en la capital y el sur, mientras se intensifican las labores de rescate y asistencia.
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
Las intensas lluvias que azotan a Honduras desde finales de septiembre han dejado una estela de destrucción, muerte y desesperanza.
De acuerdo con el más reciente informe de la Comisión Permanente de Contingencias (COPECO), entre el 29 de septiembre y el 17 de octubre de 2025, se reportan 15 personas fallecidas, 5,954 familias afectadas, 968 damnificadas y 79 evacuadas.
En total, las autoridades contabilizan 28,926 personas afectadas, 2,490 damnificadas y 360 evacuadas. Asimismo, se registran 2,033 viviendas dañadas, 76 destruidas, 91 comunidades incomunicadas, 41 personas rescatadas, tres lesionadas y cuatro heridas.
Las cifras podrían aumentar debido a las múltiples incidencias registradas en las últimas horas, especialmente en la capital.
Capital bajo el agua
En Tegucigalpa y Comayagüela, las escenas son desoladoras. Barrios enteros quedaron bajo el agua tras las lluvias torrenciales del jueves 16 de octubre, que provocaron el desbordamiento de quebradas y deslizamientos de tierra en distintos sectores.
Las colonias El Reparto, Río Abajo, La Vega, Guillén y La Smith figuran entre las más afectadas, con viviendas soterradas, calles anegadas y familias que lo han perdido todo.
“He quedado en la calle, mi casita quedó completamente soterrada. Todo se perdió bajo tierra. Solo truena el cerro, todas las casas se están cayendo. Aquí solo Dios con nosotros”, relató entre lágrimas una vecina de El Reparto, quien pidió ayuda urgente.
En el sector de Río Abajo, los pobladores describen la situación como “apocalíptica”.
“Necesitamos apoyo, aquí se perdió todo. En mi vida, ni siquiera en el Mitch habíamos vivido algo así”, contó Melisa Valeriano, mientras ayudaba a rescatar pertenencias entre el lodo.
“La crecida de la quebrada fue algo increíble. Estamos vivos de milagro”, añadió doña Vilma Valeriano, otra de las afectadas.
Vecinos aseguran que Tegucigalpa vive su peor crisis desde el huracán Mitch (1998), evocando la magnitud del desastre y la vulnerabilidad de las zonas más pobres de la capital.
Respuesta y coordinación
Ante la emergencia, el alcalde del Distrito Central, Jorge Aldana, junto a equipos municipales y de COPECO, ha recorrido los sectores afectados para coordinar evacuaciones, limpieza de escombros y entrega de asistencia humanitaria.
Las brigadas de rescate y cuerpos de socorro continúan trabajando en distintas colonias, priorizando el traslado de familias en riesgo y la habilitación de albergues temporales.
Pronóstico y alertas
El Centro Nacional de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (CENAOS) advirtió que la influencia de una vaguada en superficie y la convergencia de humedad del Pacífico y el Caribe seguirán generando lluvias y tormentas eléctricas sobre las regiones suroccidental, sur, central y suroriental del país durante el fin de semana.
El meteorólogo Francisco Argeñal indicó que los suelos están completamente saturados, por lo que pidió extremar precauciones ante el alto riesgo de derrumbes, hundimientos y desbordamientos de ríos.
Por su parte, el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Miami recomendó mantener vigilancia constante sobre una onda tropical en el Atlántico con posible desarrollo rumbo al Caribe, lo que podría incrementar las lluvias en Centroamérica durante la próxima semana.
En respuesta a la situación, COPECO mantiene las siguientes alertas:
- Alerta Roja: Distrito Central, Choluteca, Marcovia y Alianza (Valle).
- Alerta Amarilla: Comayagua, La Paz, Intibucá, Lempira, Ocotepeque, El Paraíso y el resto de Francisco Morazán.
- Alerta Verde: Copán, Santa Bárbara y Olancho.
Mientras tanto, miles de hondureños enfrentan la incertidumbre de no saber si podrán regresar a sus hogares. Entre el lodo, las ruinas y el llanto, una frase resume el sentir de muchos: “Perdimos todo, pero seguimos vivos. Eso es lo importante.”