- El rapero estadounidense aseguró que Juan Orlando Hernández mantiene una conducta reservada y disciplinada en prisión, donde pasa su tiempo escuchando radio y revisando documentos legales.
El rapero Tekashi 6ix9ine sorprendió al revelar detalles sobre su convivencia con el expresidente hondureño Juan Orlando Hernández durante su reclusión en el Metropolitan Detention Center (MDC) de Brooklyn, Nueva York.
En una reciente entrevista, el artista describió la conducta del exmandatario dentro del penal y su relación con otros internos.
“Siempre está en silencio absoluto. No habla. Siempre está con su radio y su laptop, analizando un estudio de caso. No molesta a nadie. Es un tipo bastante ‘cool’”, relató Tekashi 6ix9ine, cuyo nombre real es Daniel Hernández.
Según el cantante, el exgobernante hondureño mantiene una actitud reservada y disciplinada, centrado en sus asuntos personales y legales.
El artista, quien también enfrentó procesos judiciales en Estados Unidos, aseguró que Hernández es visto con respeto dentro del penal.
“No sé nada del caso de Juan Orlando Hernández, solo sé que fue presidente de Honduras. Probablemente tenga entre 50 y 60 años. Así es como se ve”, comentó.
Tekashi agregó que Hernández rara vez participa en conversaciones o interacciones sociales.
De acuerdo con su testimonio, el exmandatario evita conflictos y se mantiene al margen de los problemas internos del establecimiento penitenciario. “No molestaba a nadie, siempre estaba tranquilo”.
Contexto del caso Juan Orlando Hernández
Juan Orlando Hernández, expresidente de Honduras entre 2014 y 2022, fue declarado culpable en marzo de 2024 por un tribunal federal de Nueva York, acusado de participar en una red de narcotráfico que envió toneladas de cocaína hacia Estados Unidos.
El 26 de junio del mismo año, el juez Kevin Castel lo condenó a 45 años de prisión y a pagar una multa de 8 millones de dólares.
Los fiscales estadounidenses afirmaron que Hernández utilizó su poder político para facilitar operaciones criminales y favorecer a narcotraficantes, a cambio de apoyo financiero y logístico.
Su caso marcó un precedente histórico al tratarse de un expresidente condenado por narcotráfico en Estados Unidos.
Tras su extradición, Hernández fue recluido en el MDC de Brooklyn durante el proceso judicial.
Posteriormente, fue trasladado a la prisión federal de Lewisburg, en Pensilvania, y más tarde a la prisión de máxima seguridad de Hazelton, en Virginia Occidental, donde cumple su condena.
Pese a las acusaciones y el fallo judicial, Hernández continúa declarando que es inocente y asegura ser víctima de persecución política.












