Más de 200 policías, supervisión 24/7 y una torre de videovigilancia fueron instalados en la zona donde tres personas fueron asesinadas, en un intento por recuperar el control del sector
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
La Policía Nacional desplegó este sábado un amplio dispositivo de seguridad en la salida al oriente del país, específicamente en la zona donde el viernes se registró una nueva masacre que cobró la vida de dos hermanos y un empleado en un taller de motocicletas.
La operación, que incluye la instalación de una estación policial móvil con 12 agentes operando 24/7 y una torre de videovigilancia, busca frenar la creciente ola de violencia que ha golpeado a barrios como Villanueva, Los Pinos y Villavieja, entre otros.
“Estas acciones se realizan en respuesta a la población hondureña”, declaró el director nacional de Operaciones, comisionado Miguel Roberto Pérez Suazo. Afirmó que el despliegue se mantendrá “hasta finales de año o hasta nueva orden”.
El despliegue incluye más de 200 efectivos policiales que realizan patrullajes, puntos de control y saturación en distintas colonias.
Según la Policía, el objetivo es combatir delitos como extorsión, asaltos, tráfico de drogas y homicidios, todos presentes en la zona.
La intervención se da como reacción directa al asesinato de tres personas en una escena que evidenció, una vez más, el nivel de inseguridad que persiste incluso en zonas densamente pobladas de la capital.
Aunque se valora la acción policial, sectores ciudadanos señalan que estas respuestas suelen llegar tarde, luego de que el crimen ya dejó su huella.
“El Estado aparece después de los muertos”, opinó un vecino del sector que prefirió no identificarse por temor a represalias.
Mientras tanto, la presencia policial continuará en la zona oriental de Tegucigalpa, una de las más golpeadas por estructuras criminales y donde, pese a operativos anteriores, la violencia sigue demostrando su capacidad de adaptación y persistencia.