TEGUCIGALPA, HONDURAS.
El Tribunal Superior de Cuentas (TSC) inició una auditoría a dos tramos del proyecto de ampliación de la carretera en la salida oriente del país, luego de múltiples denuncias por atrasos en su ejecución y protestas de pobladores afectados por el caos vial.
Según informó el portavoz del TSC, Rodolfo Isaula, la revisión abarca tanto la calidad de la obra como el cumplimiento de los plazos de entrega establecidos en los contratos.
“Son dos contratos que serán auditados. El primero comprende el tramo entre Villa Nueva y Pinares del Uyuca, y el segundo desde Pinares del Uyuca hasta el desvío de Güinope”, explicó.
Isaula detalló que el primer contrato fue firmado en noviembre de 2023, con un plazo de ejecución de 12 meses, por lo que debería estar listo a finales de este año.
Sin embargo, indicó que el proyecto como tal ya había acumulado retrasos desde su fase inicial y debía entregarse desde el año pasado.
La auditoría surge luego de que el TSC recibiera una denuncia formal por los retrasos, y en medio de crecientes tensiones sociales.
La noche del 17 de junio, residentes de distintas comunidades a lo largo de la salida a oriente protagonizaron una toma de carretera en protesta por las condiciones de la vía y la falta de avances visibles en la obra.
“La demora ha ocasionado un perjuicio a los ciudadanos que transitan por este sector, ya que incurren en pérdida de tiempo debido al tráfico pesado que se genera diariamente”, subrayó Isaula.
La carretera a oriente es una de las más transitadas del país, ya que conecta a Tegucigalpa con varios municipios y departamentos clave del oriente hondureño, como El Paraíso y Olancho.
El deterioro y la falta de ampliación han sido motivo de quejas constantes por parte de transportistas, comerciantes y usuarios particulares.
El TSC no precisó cuánto tiempo tomará la auditoría, pero aseguró que emitirá un informe público una vez concluido el análisis técnico y financiero de los contratos.