- Informe revela una alarmante captura partidaria de las instituciones, uso clientelar de recursos públicos y un clima de tensión que pone en riesgo la legitimidad de las elecciones generales de 2025.
- Violencia, polarización y fragilidad institucional marcan la ruta hacia las elecciones en Honduras
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
Un total de 404 casos de conflictividad político-electoral han sido registrados en Honduras entre septiembre de 2024 y junio de 2025, según el informe “Conflictividad y Violencia Política: un monitoreo de las dinámicas electorales en Honduras”, presentado este jueves por el Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad (IUDPAS) de la UNAH.
De los 109 casos específicamente vinculados a violencia política, 89 tienen como actor agresor al partido oficialista Libertad y Refundación (Libre). Paradójicamente, ese mismo partido también reporta el mayor número de víctimas.
El informe analiza las elecciones primarias del 2025 y pinta un panorama sombrío: profunda fragilidad institucional, corrupción sistémica, abusos de poder, y una creciente polarización social que amenaza con deslegitimar el proceso democrático del próximo 30 de noviembre.
Instituciones capturadas, cronogramas retrasados y violencia desde dentro
El documento denuncia que la violencia política no es un fenómeno aislado, sino resultado de una serie de prácticas antidemocráticas promovidas desde los mismos partidos e instituciones públicas:
- Captura partidaria del CNE, Ministerio Público, FFAA y otras entidades clave.
- Intentos de desestabilización interna en el CNE.
- Aprobación tardía del presupuesto electoral.
- Incapacidad para transparentar y fiscalizar el financiamiento político.
- Uso discrecional de cargos y fondos públicos para campañas.
- Ataques a la libertad de expresión y la participación ciudadana.
La UNAH advierte que estos elementos están creando un ambiente de alta conflictividad que podría derivar en una crisis poselectoral similar o peor a la de 2017.
Un llamado urgente a salvar el proceso democrático
Desde su rol académico y constitucional, la UNAH exhorta a los partidos políticos, autoridades estatales y ciudadanía organizada a asumir una responsabilidad colectiva.
El informe propone al menos cuatro líneas de acción urgentes:
- Compromiso real con elecciones libres de violencia.
- Independencia institucional y aplicación imparcial de la ley.
- Combate efectivo a la corrupción y el uso ilegal de recursos públicos.
- Espacios de diálogo entre sectores diversos, desde universidades hasta medios de comunicación.
“Solo a través de la responsabilidad compartida podremos fortalecer la democracia y garantizar elecciones legítimas y transparentes”, afirma el documento.
Elecciones en riesgo
Este monitoreo académico se da a conocer en un contexto donde el proceso electoral avanza entre tensiones internas, bloqueos institucionales, presencia de colectivos partidarios en espacios públicos y crecientes dudas sobre la capacidad del Estado para garantizar un proceso limpio.
A menos de cinco meses para las elecciones generales, los datos de la UNAH son una alerta temprana: la violencia política no solo amenaza candidaturas, sino también el derecho de los ciudadanos a elegir en paz.