- Gerardo Torres defendió su publicación donde comparó al presidenciable liberal con Jeffrey Epstein, mientras Tony García lo acusó de actuar como activista y poner en riesgo a una menor. El cruce expone la delgada línea entre la libertad de expresión y el abuso del poder político en redes.
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
El debate político en Honduras volvió a encenderse —esta vez en redes sociales— tras un intercambio de acusaciones entre el vicecanciller Gerardo Torres y el exvicecanciller Antonio “Tony” García, a raíz del video en el que aparece el candidato presidencial del Partido Liberal, Salvador Nasralla, junto a una menor de edad.
El conflicto marca un nuevo capítulo en la controversia desatada el pasado 1 de octubre, cuando Torres comparó a Nasralla con Jeffrey Epstein, el millonario estadounidense condenado por abuso sexual de menores, generando una ola de críticas por la gravedad del señalamiento.
En su publicación de la noche del miércoles, Torres destacó que el video “superó las 300 mil vistas y salió en todos los noticieros”, insinuando que su denuncia tocó “un nervio muy sensible”.
“Ahí hay algo… un nervio muy sensible que activé. Algo que vale la pena investigar”, escribió el diplomático, asegurando que no busca causar daño, sino “resaltar precedentes que justifican atención pública”.
Torres insistió en que no tiene control sobre los medios que difundieron el video ni responsabilidad sobre su viralización: “No soy yo el del abrazo impropio a una niña. Solo me sumé a una denuncia que ha tomado fuerza. No soy dueño de ningún canal ni pagué publicidad”, argumentó, al tiempo que defendió su derecho a expresarse: “Las cortes internacionales no tratan temas de libertad de expresión”.
Tony García: “Actuaste como activista, no como vicecanciller”
El exvicecanciller Tony García respondió duramente, criticando que Torres celebre las 300 mil vistas “como si fuera un logro político” y acusándolo de poner en riesgo a una menor de edad y a su madre.
“Denigraste a la niña, pusiste en peligro a su madre y acusaste sin pruebas a un candidato de ser un depredador sexual”, escribió García, señalando que el resultado real fue “repudio, solidaridad con la madre y alejamiento de votantes moderados”.
El exdiplomático reprochó que Torres actuó como “activista, no como vicecanciller”, y que con su publicación rebajó la dignidad de la oficina que representa.
“Ahora la madre está siendo amenazada y ya lo denunció ante la Fiscalía. ¿Te llamarán la atención por esto o te felicitarán?”, cuestionó.
Torres responde con ataques personales
Fiel a su estilo confrontativo, Gerardo Torres replicó con insinuaciones personales contra García, sugiriendo conductas inapropiadas en su pasado.
“Cuidado Tony, usted que estuvo siempre tan cerca de él. Ojalá no haya agarrado esas malas mañas. Nunca me generó buena espina, por eso nunca fui a esas fiestas que hacía en su casa llenas de gente demasiado joven para ser ‘amigos’ suyos”, escribió el vicecanciller.
El cruce de mensajes entre ambos exfuncionarios revela la creciente tensión política y mediática que genera la difusión de contenidos sensibles en plena coyuntura electoral.
Más allá de las descalificaciones personales, el caso abre un debate sobre los límites de la libertad de expresión, la responsabilidad de los funcionarios públicos en redes sociales y la protección de menores frente a campañas que cruzan la línea entre lo político y lo ético.
Hasta el momento, Gerardo Torres ha descartado ofrecer disculpas por comparar a Nasralla con Jeffrey Epstein, afirmando que su publicación se ampara en la libertad de expresión, mientras la polémica continúa escalando en el ambiente político hondureño.