- La presidenta acusa a los partidos tradicionales de intentar repetir fraudes como en 2013 y 2017, y advierte que en 2025 está en juego si vuelve el “narco-régimen” o el pueblo define su destino.
LA LIMA, CORTÉS.
En un encendido discurso durante la entrega del bono tecnológico a productores en La Lima, la presidenta Xiomara Castro lanzó fuertes acusaciones contra los partidos tradicionales, a quienes señaló de tener “miedo” a perder las elecciones generales de 2025 y estar promoviendo una serie de “marañas” desde el Consejo Nacional Electoral (CNE) para manipular el proceso electoral.
“Los partidos tradicionales tienen miedo de perder las elecciones, y es por eso que están usando una serie de marañas a través del CNE para burlar la voluntad del pueblo expresada en las urnas”, denunció la mandataria hondureña ante una audiencia de agricultores.
Castro hizo referencia directa a los procesos electorales de 2013 y 2017, que calificó como viciados y marcados por el fraude.
“Quieren volver a un proceso electoral como los de 2013 y 2017, que ya fueron señalados en Nueva York. Acaban de decir cómo utilizaron el fraude con fondos del narcotráfico y del crimen organizado”, afirmó, haciendo alusión a los señalamientos judiciales emitidos en cortes estadounidenses contra exfuncionarios hondureños.
La presidenta también criticó al bipartidismo dentro del ente electoral. A su juicio, actores políticos que hoy se presentan como defensores de la democracia son los mismos que avalaron prácticas fraudulentas en el pasado.
“Son los mismos que hoy se visten de demócratas, de representantes del pueblo y hasta de las iglesias. Hablan igual que en 2009. Son los mismos”, recalcó con tono desafiante.
Castro advirtió que el país se encuentra en una coyuntura decisiva. “Hoy nos estamos jugando el todo por el todo: o ganan los mismos que ya sabemos cómo gobernaron durante 12 años y siete meses, o es el pueblo el que define su propio futuro en estas próximas elecciones”, expresó.
Las declaraciones de la mandataria se dan en un contexto de creciente confrontación política y desconfianza institucional.
Mientras desde el oficialismo se acusa a los sectores tradicionales de sabotaje electoral, desde la oposición se denuncia que el gobierno busca instrumentalizar las instituciones —incluidas las Fuerzas Armadas— para aferrarse al poder.
Analistas señalan que este tipo de acusaciones cruzadas, sin avances concretos en la reforma o fortalecimiento del sistema electoral, profundizan el riesgo de una nueva crisis poselectoral en el país.