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domingo, septiembre 7, 2025
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Xiomara Castro equipa a la SIT con deuda externa, entrega control a militares y lo hereda a Rixi Moncada

El programa “Carreteras Democráticas” devuelve capacidad al Estado, pero militariza funciones y se usa como bandera electoral.

TEGUCIGALPA, HONDURAS.

La presidenta Xiomara Castro entregó este sábado una flota de 87 máquinas de construcción a la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT) como parte del Programa Nacional “Carreteras Democráticas Xiomara Castro”, financiado con recursos del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) por un monto de 357.5 millones de lempiras.

La gobernante aseguró que con este proyecto se está “recuperando lo público” que, según dijo, fue despojado hace tres décadas por los gobiernos del bipartidismo. 

Recordó que durante la administración del expresidente nacionalista Rafael Leonardo Callejas (1990-1994), la entonces Secretaría de Comunicaciones, Obras Públicas y Transporte (Secopt) perdió su flota de maquinaria pública que terminó en manos privadas.

Lo público, pero con deuda

El lote entregado incluye 23 motoniveladoras, 23 retroexcavadoras, 23 vibro-compactadoras, 8 excavadoras y 10 volquetas. 

Según Castro, estas unidades permitirán a la SIT atender emergencias y mejorar la red vial no pavimentada.

Sin embargo, la maquinaria no fue adquirida con recursos propios, sino con un financiamiento externo que incrementa la deuda pública, lo que genera cuestionamientos sobre la sostenibilidad real de la llamada “recuperación de lo público”.

El papel de las Fuerzas Armadas

Aunque el programa fue diseñado para la SIT en coordinación con el Fondo Hondureño de Inversión Social (FHIS), una parte del equipo será asignado a las Fuerzas Armadas (FFAA). 

La mandataria anunció la creación de un Segundo Batallón de Ingenieros, que utilizará parte de la flota para atender emergencias.

Esta decisión vuelve a colocar a la institución castrense en el centro de tareas civiles, a pesar de las críticas históricas sobre la militarización de la gestión pública y el compromiso inicial del gobierno de Libre de reducir el protagonismo de los militares en la vida nacional.

Del acto de gobierno a la campaña política

Durante la ceremonia realizada en el Campo de Parada Marte, la presidenta subrayó que la meta es alcanzar 200 máquinas en servicio y dejó claro que su continuidad dependerá de su candidata presidencial: Rixi Moncada.

“Como esto debe de continuar, y no se debe parar, porque este es un proyecto que va por etapas, la refundación debe seguir y para que continúe solo hay una mujer que puede hacerlo”, afirmó en clara alusión electoral.

Entre obra pública y propaganda

Lo que pudo presentarse como un avance en la reconstrucción de la capacidad estatal terminó cargado de tres elementos polémicos:

• Uso de financiamiento externo, que aumenta la dependencia de deuda.

• Entrega de equipo a las Fuerzas Armadas, reforzando la militarización en tareas civiles.

• Apropiación partidaria de un proyecto público, al ligarlo directamente a la candidatura de Moncada.

De esta forma, el plan de “Carreteras Democráticas” deja en evidencia las contradicciones del actual gobierno: mientras habla de recuperar lo público, lo hace con recursos prestados, mientras fortalece a los militares y convierte la gestión en plataforma política.

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