Un video filtrado, informes preliminares y fuertes críticas al Ministerio Público ponen en evidencia el posible desvío de fondos estatales con fines políticos. La renuncia del exministro Cardona no ha detenido las denuncias.
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
¿Y el cambio prometido?
Las promesas de transparencia del Partido Libertad y Refundación (Libre) se tambalean tras las recientes denuncias contra el exministro de Desarrollo Social, José Carlos Cardona, señalado por el presunto uso de ayudas sociales con fines políticos.
El abogado constitucionalista Juan Carlos Barrientos exigió al Ministerio Público que no archive el caso tras la renuncia de Cardona y avance con un requerimiento fiscal.
“¿De qué sirve que haya renunciado si nadie le va a hacer nada y quedará impune ese despilfarro de dinero?”, dijo en declaraciones a medios de comunicación.
Barrientos se refirió a la filtración de un video en el que se escucha a Cardona hablar con la diputada Isis Cuéllar sobre cómo “han hecho piñata” con los fondos del Estado.
El audio, ampliamente compartido en redes sociales, ha generado indignación y dudas sobre la gestión de programas sociales en época electoral.
El abogado también criticó al Fiscal General Johel Antonio Zelaya, por su inacción frente a los casos que involucran a figuras de Libre, mientras persigue con vigor los hechos de administraciones anteriores.
“Esta gente ha quedado evidenciada como iguales o peores que los que estaban antes… ya perdieron credibilidad”, aseveró.
La Secretaría de Transparencia y Lucha contra la Corrupción tampoco salió ilesa de las críticas. Barrientos señaló que solo actuaron cuando el escándalo ya era inocultable.
“Fue creada para detectar a tiempo la corrupción, pero terminó siendo otro elefante blanco”, lamentó.
Para Barrientos, la renuncia de Cardona no fue un acto voluntario, sino una medida forzada por la presidenta Xiomara Castro para intentar contener el daño político.
Asegura que existen suficientes elementos —entre ellos el video, informes preliminares y lo que pueda revelar el Tribunal Superior de Cuentas— para que el Ministerio Público actúe.
Mientras tanto, la ciudadanía observa con escepticismo cómo el discurso del cambio se desvanece entre los vicios del pasado.