Los productores de frijol en Olancho podrían afrontar un severo problema con una nueva plaga que afectaría los cultivos en las próximas siembras de primera, en el mes de junio.
La plaga de trips, que hace referencia a un amplio de grupo de insectos del orden Thysanoptera, muy común en los cultivos de sandía, tomate y algunas hortalizas, tiene afectadas al menos cuatro manzanas de un lote demostrativo de frijol, en la zona de Jamasquire, según denunció don Edgar Maradiaga, productor de la región.
El sembradío se encuentra ubicado en la jurisdicción de Catacamas, en el valle del Guayape, donde también se cultivan otros granos y sandías y aunque por ahora los daños no son cuantiosos, de no aplicarse control en tiempo y forma se prevé un riesgo mayor en la próxima temporada de cultivos.
La plaga afecta directamente la hoja del frijol, enseguida el daño se observa en el periodo de floración y también se incrusta en la vaina, en su periodo de crecimiento, provocando poco rendimiento en la producción.
El tiempo de reproducción de la infección frijolera es muy rápido y su control es bastante caro y se estima arriba de los 3,000 lempiras cada litro del químico que se aplicará para contrarrestar su propagación.
Al respecto, el director regional de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), ingeniero Eduardo Pacheco, explicó que de momento puede ser manejable la situación en las parcelas donde el daño fue detectado.
Son áreas donde hay cultivos y presencia de casa comerciales que practican ensayos en la cadena del frijol.
Sin embargo, confirmó que esta semana un equipo técnico de la SAG, incluyendo la Dirección de Ciencia y Tecnología (Dicta), hará una supervisión en todo el sector para comprobar que no existan brotes en otros lugares cercanos.
La plaga ha convivido siempre entre los plantíos, ya que su erradicación no es tan fácil y no solo requiere de productos químicos, sino que también de la rotación de cultivos para evitar que se vuelva resistente al control.
Pacheco informó que en el resto de Olancho donde se cultiva frijol, como en la zona norte del departamento, existe monitoreo permanente y no hay reportes de esos lugares, pero en los próximos días se programarán jornadas de campo con los productores para explicarles cómo realizar algunas prácticas de prevención de la plaga.
El técnico explicó que los daños ocasionados por lluvias y el fenómeno climático en las últimas dos cosechas no sobrepasaron el cinco por ciento que son unas 630 manzanas de tierra cultivadas con maíz y frijoles.
El apoyo del gobierno anduvo por el orden de unos 16 mil bonos tecnológicos que contribuyeron a paliar el déficit en la producción de granos.