TEGUCIGALPA, HONDURAS.
En un mensaje lleno de fe y esperanza, la Iglesia Católica de Honduras señaló que aunque las turbulencias sean grandes, como la tormenta en Honduras, la Palabra de Dios prevalecerá.
Así lo expresó el arzobispo de Tegucigalpa, Monseñor José Vicente Nácher, durante la homilía para este domingo XXXIII del tiempo Ordinario, celebrada en la iglesia metropolitana San Miguel Arcángel de Tegucigalpa.
“Aunque las turbulencias sean grandes, como la tormenta actual en Honduras, la palabra de Dios con su promesa de vida, prevalecerá”, expresó el religioso.
“No se turbe nuestra mente en medio de la crisis”, agregó.
El cielo y la tierra que conocemos pasarán, pero la decisión de Dios de amarnos nunca acabará. Es decir, podemos fracasar nosotros o sentir que no ha servido de nada tanto esfuerzo, pero -como dice el lema de San Miguel Arcángel- tenemos la certeza que “nadie es tan grande como Dios” y que solo Él tiene la última palabra, reflexionó Nácher.
Conviene, que aún en medio de situaciones de crisis e incertidumbres, no se turbe nuestra mente, sino que mantengamos siempre la confianza en Dios y demos esperanza al mundo, añadió.
Es posible una vida nueva, porque tenemos la serena esperanza de que resucitaremos por la victoria de nuestro Señor Jesucristo, continuó diciendo.
Muchas veces nos enredamos en cuestiones menores y olvidamos las grandes disposiciones a las que estamos llamados: la fe, la esperanza y el amor, razonó.
Al final de los actos litúrgicos el también presidente de la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH) oró por todos los hondureños, en especial, por los afectados por el paso de la tormenta tropical Sara.