El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo este martes que «no es racional» deportar a Venezuela, Cuba y Nicaragua los migrantes que llegan de esos países, y afirmó que trabaja con México para frenar el flujo de estas llegadas.
El mandatario aseguró a la prensa en la Casa Blanca que la situación en la frontera es «totalmente diferente» a la que había en la Administración anterior de Donald Trump (2017-2021), ya que «llegan menos migrantes de Centroamérica y México».
«Ahora estoy atento a Venezuela, Cuba y Nicaragua. La posibilidad de enviarlos de regreso a esos países no es racional», dijo el líder demócrata, quien añadió: «Estamos trabajando con México y con otros países para ver si podemos parar el flujo (migratorio)».
Ante los rumores de que gobernadores republicanos podrían enviar a migrantes indocumentados al estado de Delaware, donde está la residencia de Biden, el presidente se limitó a responder con tono burlón: «Visiten Delaware, es un estado hermoso».
La inmigración se ha convertido en uno de los grandes temas de la campaña de las elecciones de medio mandato de noviembre a raíz de la decisión de algunos gobernadores republicanos de enviar grupos de indocumentados a estados gobernados por demócratas como protesta por la política migratoria de Biden.
Desde abril, el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, envía regularmente buses con migrantes, la mayoría venezolanos, a Washington, Nueva York y Chicago como respuesta al intento de Biden de rescindir el Título 42, una política sanitaria que permitía deportaciones exprés de migrantes en a la frontera.
La semana pasada, el gobernador de Florida, el también republicano Ron DeSantis, se sumó a la estrategia de Abbott con el envío de dos aviones con migrantes a Martha’s Vineyard, exclusiva isla del estado de Massachussetts.